QUANTIQUM de Oscar Sierra Pandolfi . El nuevo camino de la poesía hondureña, está en la cuántica de Quanticum..

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El reportro(2)xx



QUANTIQUM


Quantiqum

Pandolfi Sierra

1

Las cuantificadas caricias del vacío

Donde estuve muerto entre flores perfumadas

Exploraba planetas heridos

Que ocultaban historias desperfectas

Y mi existencia se duplicaba

en efecto Doppler

En  otros espacios,

era la posición del dolor

 en el Tikal

de lugares inexistentes

con maquillajes

de guacamayas láser,

y la velocidad de recuerdos disfrazados

de niños  jugaban con ruletas asesinas

que caían en los pasillos de un palacio

de estrellas carnívoras.

Yo fui la exactitud de miles de vidas

soy una réplica de mí mismo

en las envejecidas geografías

de planetoides bicéfalos

con caricias hermafroditas

y ojos de angiospermas lucíferas

vi el Sputnit como un juguete sangriento

tirado a los pies del divino de Divinos.

Después de mi muerte supe

Que solamente era gas noble

Entre jardines postizos de luces macabras

Entre océanos bañados de petróleo

Y me di cuenta que la vida terrenal

Es un paseo sin ticket de retorno

A una tierra perdida

El eslabón extraviado de un ADN

Con maña de Mickey Mouse

Y Homero Simpson

Max Planck me dijo que la luz

No existe en el afuera

Que surge en la caverna del corazón

Que todos encendemos una diminuta energía

Cuando morimos.

Viajo entre galaxias lejanas

El doctor Spot sonríe en una pantalla

De obeliscos risueños

la luz actuaba como una onda

que perseguía mis actos oscuros.

“líneas espectrales” en un ataúd

De nave ignota

Quise regresar

Y una mano invisible detuvo mis pasos cuánticos

Cargó mis osamentas como una partícula de materia infinita.

Yo se lo dije, a ese alguien, a ese algo,

Que la mecánica cuántica

 no puede predecir la ubicación exacta

de mi alma en el espacio.

Somos fotones desperdigados

en el martillo de Thor

Una especulación de alguien

que no piensa antes de pensar,

fue uno de los desafíos

 del dolor infinito la mecánica clásica

de la guerra,

espectro continúo de risas malditas

y uniforme camino hacia lo imperfecto,

de bombas etéreas

que destruyen galaxias inocentes

en ese tarro ancestral Itzamná

sonreía en un punto infinito del espacio

lo vi cuando el aterrizaje fluvial

de mi energía vociferó sobre el lápiz cósmico

en un libro con renglones torcidos

donde el apocalipsis

era un cuento de Hadas y una historia de mini ficción

en la mesa omnímoda del divino.

2

 QUANTICUM

Veo el Cúbit sobrevolar el vacío

de orquídeas de fuego,

El jardín cósmico se derrite,

Desaparece con el aliento de un cuarzo

Que se pierde en mis tentáculos

De calamar aéreo

del credo

de un libro sagrado Quiché que encontré

en obelisco de templos lejos

de la enana amarilla

y el tiempo esconde todo

 en su caja de Pandora,

vamos y nunca venimos,

somos viajeros infinitos

que cambiamos de traje de bits traviesos,

este ropaje formado por la dermis

de hologramas lejano,

somos la energía volátil de miles de lunas arrogantes

estos huesos tienen la sangre

de las dos lunas

de mercurio,

fuimos planetas vivos

que jugaban con espinas cuánticas

en océanos efervescentes.

Me encontré conmigo en miles de vidas

Me reconoci, me di la mano,

me abracé y miré que estaba lleno de vida

la muerte en esas vertientes de agua secreta

no existe.

Cuando nacemos alguien

 que juega póker

Y sabe los códigos

de nuestros miles de vidas

Nos formatea la memoria

El olvido camina con nosotros

hasta que llegamos a la sepultura.

No nos acordamos,

simplemente la nada

Nos mantiene con los ojos abiertos,

Prefiero ser viajero

de  galaxias con mi equipaje

Recuerdos juguetones.

Somos tiempo, la sangre

Que corre en el cuerpo

Este hecho de instantes

Clepsidra de reloj cardiaco

Somos fugaces momentos

Mortales hasta donde nace y muere el sol.

3

Quanticum

Aquí llegamos, aquí caímos un día incierto,

polvo, materia y nada,

hijos de espalda suave y turbulenta de iones,

decreciendo en espiral hacia la proporción,

los humeros, el esqueleto de tornillos antiguos,

la carne  de pentagramas muertos

saponificación aleatoria

el universo fallecido

Ngen-kürëf  dime lo que sepas

del código secreto del planeta gemelo,

cuéntame  de cuando éramos ígneos

 y rubicundos,

cuando éramos fluidos de mecánica cuántica

en un racimo de piedras solares

y superconductores de sueños

del quiromántico misterio,

Kami Shinatsuhiko-

háblanos de tus monstruosos hijos

de corazón de Tikal

que deambulaban

por Neptuno y Saturno

con sus pestañas de zarza

y sus ojos de cretáceos reptilianos

 con nuestra especie en los Alisios.

Prana, eólico inspirado

lo incierto,

Barro de sol ciprés

Terráqueo errátil de arácnido de fugaces

Satélites con chips hermafroditas

Verruga de mar que baila jazz

En las mareas de cuarzo en una luna

Vestida de princesa en la música

De un agujero de gusano

Que vomita planetas antiguos

Lavarropas de metamorfosis solar

Carreta nahua de exoplanetas zooformes

Sirena claustrofonica que danza

El Marabarata de sanscritos colibríes

Hiperrealismos prófugos de mis pies de zafiro

En un cohete de algorítmico

De misiles silvestres con Traje de astronauta

que multiplica

El corazón de pararrayos         

Forro cósmico de estratagemas asesinas

Convulsionan las galaxias en pauperio

 Matarratas en ríos de corrientes malditas

 de silabas cortadas

Carrusel de espectros con la cara de Jason

En el agua del tiempo

Arrebato apocalíptico donde ataúdes voladores

Cargan electrogramas de iones en equinoccio

De extraviados imanes que guardan

4

La dactiloscopía de recuerdos

que galopan en el hipódromo

De olvidos

 de vidas pasadas

El carromato de Platón lleva las almas

En ruedas cáusticas que subyacen

Muertas en el vientre de la madre del vacío.

 Zumban planetas desnudos

En un gangbang de estrellas

De gases en posparto

Exhuman olvidos petrificados

Donde el tiempo es un corsario

De instantes destruidos

En sofismas acostados en el paradigma

Del eslabón escondido de secretos

En la caja de pandora de galaxias húmedas,

No doblego mi guitarra de astronauta

Con bemoles enfermos

Y la tos de estrellas

Atacados por caballos de lantánidos

De subliminales jardines

Donde no nos acordamos de lo que fuimos.

Sintaxis vaga de la memoria

Viste de kimono el ojo samurái

Y  dos lunas echadas como doncellas

En la nébula espiral,

Donde naceré otra vez.

Lanzas pútridas de megabytes reseteados

En clave Murphy nos oxida el olvido

Para regresar a vivir como una flor angiosperma

O como una medusa

Como una tortuga Galápago que desova al viento

Frente al mar de inofensivos delfines en cadáver.

5

Quanticum

Ecuación de Schrödinger

De una flor de navajas inquietas

Que afloran cómplices en mi navío hipercrómico

Soy una partícula subatómica

Que se esfuma en pétalos electrones

Donde el Efecto Compton

Abre la biblia de espejos sin liturgia

Y la jarra sideral del divino

Mengua su sapiencia en la nada

Y la muerte es testigo clave

Del viaje incansable posmortem

Esta nave barco de diabeticos signos

Marea el renglón torcido del vacío

Viajamos sin eternos y sin retornos

 en las carabelas Del océano Indico de Plutón,

Diminuta esfera circular exhibe

Sus sonrisas de cráteres juguetones,

Encuentro el libro sedentario en el templo

De marfiles emperifollados de gas

Y de óxidos santos oleos en cajas de niebla

No miro a nadie, solamente la música del vacío

Va de puntillas con sus huellas en la cintura

De fotones de risas hiperactivas en la sondaleza

Del escarnio,

No puedo recordar mi existe terrígena

Un Cd de voces borradas

En la memoria de luciferinos instantes

Vi que el cielo como una franja de nubes estalactitas

Arena de marte ensombrecía la piel del tiempo,

Yo flotaba como neumático sin ancla

Como una ola de calor Fahrenheit

Me empujaba a los remolinos de doble vía

Donde gritaba enloquecido, mi no existencia,

No poseo forma, ni cuerpo,

Solamente viajo en astral, salto

 como un grillo de horas luz de velocidad

Sobre la rueda de Chicago de un nanoplaneta

Que se asfixia con la ternura de una enana amarilla.

Radiante isla donde mi espíritu reposó durante

Millones de años.

6

Quanticum

Antes de morir llevaba el holograma

De la existencia en fotones

De flores muertas,

Mis manos atenazaban los hombros

De la medianoche

Y grabé en mi corazón de caracol

El aire raro de una canción lejana

En el pentagrama de mis arterias débiles

Sabía que tendría que morir

Cerrar los ojos era como encender la aeronave

Que nos espera en la incógnita

de la atmósfera

Mis huesos saben del dolor de una estrella

Dormida sobre los cráteres de la luna

Y de alfabéticos reclamos

En clave de morse vi la mueca

Del adiós de mi abuela

Que rezaba hincada al vacío

Clamaba por mi ausencia de humano

Me mostró la autopista del crepúsculo,

Y sus ojos eran dos gotas de rocío

Con una sonrisa de guitarra sin cuerdas

Sus miradas de raíz láser de ternuras

Me acariciaba en la despedida,

Cuando desperté en el espacio sideral

No supe del sueño dentro del sueño

Del que no podré despertar en largos horizontes

Cuánticos donde la luz es nuestro alimento

Y la oscuridad se apodera de la diástole

Que palpita todavía en nuestra vida posmortem.

Jax kuc mo lanzaba bolas de fuego

Sobre rostros de calamares solares

Y cabezas sin cabellos de escorpiones

Viajaban en partículas microscópicas,

Vi espejos hambrientos de reflejos unigenitos

Vi que era mi  vida que se movía

En el circo de planetas riéndose

De mis llantos gravitacionales

Y supe que no volvería a l globo terráqueo.

Un agujero negro vestido de baby shower

Engulle miles de planetas

Se los devora como bocados de cornflakes

Y se bebe la sangre del sol,

Y renace otro sobre su cromósfera.

Nadie se conoce, hay miles de seres que van y vienen

Vuelan como gaviotas vestidas de astronautas

Sonríen y afilan sus mandíbulas

Carnívoro es el tiempo, no envejecemos.

Una muralla china se extiende fluvial

Sobre el acuario de peces de fuego

Y nadie se queda varado como un barco

Todos flotamos en el infinitum

Abro el cofre traslucido de mis vidas pasadas

Fui Gengis Khan contra las dinastías chinas

Fui un jugador de póker contra el destino

Un payaso en los circos de la mala suerte

Fui padre de 12 hijos,

En una pantalla de multicolores

Veo que huyo de caballeros cona armaduras de hierro.

Ventanas simultaneas se abren en mi conciencia

Como una matrix apergaminada en mis sentidos

Cobro vida, floto, soy el viajero del Zahir de Borges,

Una voz de niño aflora como una flauta mágica

Que acaricia mis sentidos, el día que nací,

Alguien me arrulló en sus tenues brazos.

Camino despacio de la mano con mi hijo

Hacia el portal de epitafios tartamudos

Y me sonríe con una mirada de ángel subterráneo.

Vuelvo a captar con mi memoria corta

Que la vida terráquea fue fugaz en un abrir y cerrar de ojos

Que somos breves, fugaces,

Y cuando morimos, es cuando conocemos la felicidad, dijo

Alguien detrás de la pared del escombro.

A contrarreloj  se esparce mi sangre de instantes

Un carro celestial nos lleva a juicio

Enciendo el      cigarrillo protones asesinos,

Mi autorretrato se desvaneces en el periscopio

De mis ojos,

Un terremoto de lunares contra Júpiter

Sus anillos en contrarreforma luchan contra el viento abismal

Fotones con cara de niñas

colisionan con partículas cargadas

de ternura antigua

y  como electrone en Efecto de Casimir

 me sobrelleva despacio.

Es la fuerza del vacío que retoña

entre dos placas metálicas de rubies

campos magnéticos de dolor

y circuitos en los pares de Cooper atraviesan

mis arterias cardiacas

Einstein nos dijo que somos partículas multiplicadas

En el universo.

Mi vida es un cuento de efecto fotoeléctrico

En el prisma de la nada,

Estrella fugaz en lengua extraña

Empuja con sus dedos de sonaja

El entrelazamiento cuántico

Entre mis recuerdos claustrofóbicos

Y mi vida de libélula aguerrida

En el jazz de una estatua sin nombre

Frente al océano antifaz del retorno.

7

Quanticum

Despierto con mis pupilas

De genes galácticos

Viajaré eternamente en nombra de la nada

Llevaré la música de mis adioses

Sepultados bajo el caparazón

De la tortuga cósmica.

Una guerrilla quioscos malditos

Rodean las abejas de pavor

En la cuadratura de la inexistencia.

No sabemos quiénes fuimos,

Mi yerro de murciélago solar

Cabalga sobre la vía láctea

Canto himnos nocturnos

Sin saber donde me dirijo

Es mi alma de caballero medieval

Que bifurca las cuerdas del tiempo,

Busco a mi madre entre orquídeas de tornasoles

La busco debajo del mar de sal

De un planeta muerto

Busco su risa de arrullos

en primavera asesinada

Todavía escucho en el infinito

Sus canciones sobre el rostro de la ternura,

8

Todavía mis carnes

 se sacuden debajo de la tierra

la hipotaxis de saetas femeninas

me atenazan y me llevan a otras lejanías

de planetas ebrios de océanos de hierro

y oxido,

escuché los latidos acuáticos del planeta azul

lo vi derrumbarse en la nada

lloré entre jardines silenciosos

de estrellas amigas

y abracé un calamar vestido de madre abnegada

supliqué al divino

que no muriera mi planeta cancerígeno,

una mano de raíces cuadradas

atrapada en el sofisma del infinito

sonrió entre corpóreas corcheas

en un pentagrama inmisericorde

de rayos ultravioletas

y sus miradas de radianes

crepitaba la geografía diabética de mi planeta

dolió su lamento en las mandíbulas

de un agujero de gusano.

Lampara con caries,

Ojos en miopía

Y carriles de recuerdos

Bailaban rock en la orilla de la nada

La barriga de un dios esquizofrénico

Escupía contra galaxias envejecidas.

Mi cuerpo astral de espejismos de hierro

Sinuoso discurría como serpiente de iones

Ante el virrey de la constelación de orión

Que cortaba el honor del tiempo

En relojes ambulatorios

Me esquivé de sus anteojos de Ciclope

No quise morir otra vez,

Sigo en la búsqueda de la alfombra de Aladino

Debajo de satélites esqueléticos

Y de circuitos que discurren como peces inalámbricos.

9

Cambio de traje

Mi piel es la piel del tiempo,

Estamos enterrados en los lejos

No hay forma de retornar

Nadie es nadie en otoños simples

Y grises

El agua de alfabetos eunucos

Dilapidan el espacio con sus tentáculos

De calamares religiosos.

El éxodo de eternas flores cucurbitáceas

Vestidas de monjas huérfanas de amor

Era el génesis de la maldad que llegó

Al planeta terráqueo,

Lo vi con renglones torcidos

En sus labios leporinos

Cuerpo de león sin próstata

Lo vi con el sombrero de Tío Sam

Con una risa disfrazada de happylandia

Llegó hace miles de años

Se vestía de papa en el vaticano,

Algunas veces de emperador romano

O de sultán sin alfombra mágica,

Llegó a la tierra,

 a la Babilonia

Cambió las lenguas de los dinosaurios

Y yo vi que escribieron la tragedia griega en sánscrito de sangre.

Ese tricéfalo llegó al planeta con su Armagedón

De naves despóticas

Fue apareciendo al ritmo de piano del tiempo.

Esclavizó al humano hasta mutarlo en cosa

En color gris

En rueda

En llanta de automóviles de lujos.

Vi sus ojos de santo con un tridente

Y el signo $ en sus pupilas hambrientas

Con bolsas marsupiales de oro

Lo vi en orgias de lobas heridas

Y sirenas mutantes con maquillajes de Wall Street.

Ese domingo de rayos solares contra mis pupilas

Vi que el alba preñada de solfas

Se hincaban entre efluvios de pergaminos

Y versos pervertidos

 como todos los domingos miraba

en los círculos continuos

11 contra once perseguirse en duodécimas canciones

De mareas de corazones altivos.

Madonna ya no cantaba

Se fue  a cocinar lentejas gratis

En la isla de San Pedro.

Bod Dylan era un poeta con una guitarra desnutrida

Y se multiplicaban los héroes hippis

Con Creedence rodando la piedra

Sobre un mítico río de Babilonia

 Vi a Milven conversar

con robots que se creían poetas

Vi al silencio vestido de orquideas hermafroditas

Y entre  pastas,  garbanzos mis hermanos jugaban

A tío coyote y tío conejo,

Cindy Lauper usaba pelucas con tintes locos

Sonaba Billie Holiday de música de fondo

Le agregaba zanahorias y verduras congeladas

En un refrigerador en 3 D.

La Salchicha picada de caníbales humanos

 y con pimienta sazonaba las rodillas de Malcolm X.

11

Schrödinger me dijo “… pone de manifiesto que 2

o más objetos pueden

estar conectados

de manera que un lado

 no pueda ser observado

sin que el otro sea afectado

por dicha observación”.

Paraguas wélter

De una pierna postiza

Que desea caminar en las veredas del destino galáctico.

Sombra de as westfaliano

Que dilata paparas en silabas trastornadas

De pentagramas de caricias sin wifi     

Windsurfista político de miles de cabezas

Como Cancerbero.

Waterpolista que niega panes

Y riega de petróleo el mar

Wikipediana que enseña mentiras de verdades

En la cuerda floja de la ignorancia.

Wolframio que filma peliculas

De dragones bisexuales

Y dinosaurios con vestidos de bailarinas operadas

La niebla del día se esconde en la maravilla

Contaminada de un smog que reza padres nuestros

En una iglesia escondida en el antártico.

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