Fire off Oscar Sierra Pandolfi & Melvin Salgado © Ruptura absoluta de la poesia Hondureña del Siglo XX-.

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El reportro(2)xx


Fire off

Oscar Sierra Pandolfi

MELVIN SALGADO


Fire off

Oscar Sierra Pandolfi & Melvin Salgado ©

ISBN: 9798336217056

Este libro se lo dedicamos a nuestro: Honduras.

Sin pertenecer a ninguna ideología o partido político.

Muestro que mis letras solamente han estado al servicio de la humanidad.











 "Soy una persona ridícula. Ahora me llaman loco. Eso sería un ascenso si no fuera porque sigo siendo tan ridículo a sus ojos como antes. Pero ahora no me resiento, todos me son queridos ahora, incluso cuando se ríen de mí, y de hecho, es justo entonces cuando son especialmente queridos para mí. Podría unirme a su risa, no exactamente de mí mismo, sino por cariño hacia ellos, si no me sintiera tan triste al mirarlos. Triste porque ellos no conocen la verdad y yo sí la conozco. ¡Oh, cuán difícil es ser el único que conoce la verdad! Pero ellos no lo entenderán. No, no lo entenderán.” El sueño de un hombre ridículo de Fiódor Dostoyevski.
















Fire off

Apagaron el fuego

 y destru yeron la nochx

con mie2 de rats y prros.

La desesperanza

 fue un engranaje

que movía la sangre de las horas.

Mi país  arpomeado

de muerte en sus costa2.

Los razimos de tragedia,

Réflex del future  como

 un canto a la incerticumbre.

C rompieron los grilletes

del silencio

q encadenaban

la prostíferaesperanza.

Mi pays stupid


My país, dicen one:

Crema-atorio

en 3 D,

cámara malditcha

de hue-esos pútri2,

nace un río

de san-guinarias abelmejas.

Intermitente notiCia:

Se engri-afan

los lienzos drug-adictos

dla inocencia.

Antes, nos repiten:

Navegábamos

 en fosas sépxxxticas

de res-peto

y al-canta-rrejillas

de honecastidad.

La libertad se prostiastuía

con seyos de barra

i jugaba

a vendeer harina prohivida.

Se podía ir

de un lugar a ninguone,

sin miedo a

q nos cortaran la diás-atole,

y nos dejaran como

 un dogerro sin dúoeño

a oriyas dun despieñadero.

Todes, comen-tan bien;

nos jactávamos dser un país

de gen feliz,

q b(v)estía

 de músika y so-ul

en una playa ultraajada

en otro idioma.

Toda boxffuerte

dla galaxpatria  es grisácea,

i las notiCias enfermás

dressde muy temprano.

Muerden sus ni2

de ser-pientes teleabuvisivas,

 un nido de larvas indeseables

uSan bifecales

para triPlicar la suckcia honrradez

dlos mar-supiales,

q vier-ten

olores nauseadundos

desde sus axxxilas drugadas

x un jacuzzi erra-ante.

¿Kuándo comen-zó

 este romanc x el odio ?

¿Kuándo la muerte

 se volvió ataúd nuestro

 de cada day?

¿Por q nos

 trans-des-humanizamos?

¿En q momentime

nos dieron licencia

 para ser cavernícocacolas

y matarnos?

Vivimos, redun-dan:

El arác-nido

dla krisis fecunda

i aflora aguij-ones

de zapa-tos de tacón

i una corbata malévola

bailadancing

al son del craimen.

La inseguridad, i el desempleo

gananaward premio nobel,

y  la injusticia con la miss-seria

hacen su passarela de sexxxo

en la car(r)eta de payaso,

de un juez q usa

 peluka made in USA.

Nos han robado, insisten:

La clicktoris de la patria,

de una bandera sin passporte,

i la constituchón con

su law dla demanda y offer

inaugura supermercados

de antifaces.

Nos han dejado

con la hache entosi-ajada

x una grulla de moscas

con títulos de licencia2

y un sombrero juguetón se burla

de la incertidumbre.

Al otro lado, la desconfianza

es una puerta de scape,

Q pule féretros

para coleccionar cadáveres

de votantes hambrientos.

En la mesa, explican:

los platos rotos diabéticos

se llenan de vacío,

y la rrisa cepiya

 su automovilestima

con el  squeleto

de una tortilla

dresstida de ostia,

para no perder el último

viaje a la fe.

Los libros hablan

 de como alcanzar

el éxxxito del fracaso,

y la educación es un lujo

q nos empuja

 a seguir siendo es-clavos

de nosotros mismos.

Todo se ha privatiazado, señalan:

Mercadean,

 la salvación, pastores

con manoplas de escorpión

i tarjetas MasterCard

predican el santo evangelio

la última cena

de los propietarios celestiales.

Un diputeado con rostro-rastro

de un  sa cerdo te diplomático

es-puta nuestra cara,

bajo el terrible peso de sus zapatiyas mágicas,

aplasta nuestro orguyo,

con sus rrisas blanquecinas

de hipocresía.

Este es el país,ellos vociferan:

el país de  absurdos tórax

 con llantas queamadas.

Nos venden a gayo muerto

nuestro cóccix avejentado.

Un país, donde una mujer

se viste de sinceridad,

para hablarnos de mentiras,

i donde un expresidente

se jubila alegrísimo,

en un hotel privado

d 5 stars en New York.

Un país invertido al revés,

donde la  justice es para nadie,

y donde nada, absolutamente nadie,      

está x debajo dla ley.

Mi país, pregunto,

¿Es  transparente,

así lo pintan,

o rialmente mi país,

con sus matices oscuros

puede distinguirse

 entre las más sublimes                                                                 

maraviyas del crimen?

Pregunto, tan sólo pregunto.

Con dantesca rrisa de un gladiolo

dresstido de moteada ternura,

brinda con un JB sobre el cuerpo

amor-fo dla justice.

Mientras hace el sexxx con

5 estreyas con bikinis.

La boca sin colmillo

se cepiya con ceniza

de fogones-fogozos gays.

Al otro lado de un cancel

un hombre juega fut con el hambre

i un shoot de esquina

perfora el pocket hermético,

fe mi país.

La calavera de un dresstido

modela indelebles coturnos

en las extrañas arácnidas

de un escudo nazional

con veyos en las axxxilas

i un niño fuma cannabis

en el altar dlas bendiciones

para aprenderse el AbC

de aguantar la tripa secret

de sus extremidades squeléticas.

La “corrupción”

con sus a-guantes

sin seda, juega a escondidas

 con la dactiloscopia

dun hueso enterrado

en el auto último modelo

dun diputeado con máskara

de obesidad bancaria,

un cheq estira sus brazos

en el gimnasio dla sospecha.

La “indiferencia”

Siembra pastiyas narcolecpticas

para ver y disfrutar la reality

en una pantaya en 3 D

con tuberculosis sin tilde

en la fe-.

Párvulos paqdérmicos

scupen algo-dones

de bilis antiquísimas,

 i men-digan lo q ya no exist

en el altar dlos crédulos.

Con-dones vestidos

de payasos

Hacen rreír a los

q no han nacido todavía,

i los abortos salvan su vida

con un gajo de gemi2

entrama2

en la guitarra sin cuerda

de una madre q bailadancing

Al son duna tarjeta bendecida

x el milagro

de un cajero automático.

Vemos niñas a jugar

con muñecas de trapos violadas

por  un pinocho

dresstido de funcionario.

En las aceras la leche de sangre

Discurre, lustra las uñas

dlos descalzos.

Una madre ama-manta

a King Kong con su disfraz

de cowquero,

Mis pies raajados disfrutan

del saloon de belleza dla miss-seria.

La “esperanza” tiene ojos

de  mujer extranjera

 en un night club de ilusiones

 con sabor a tutti fruti

  de hiel y poisonneno.

Una tumb es el altar

de los Q viven la muerte,

dlos otros disfraza2

de amor a la antigua.

Inútilmente un zapato

hace su show en el gesto

del tropiezo

i el craimen amable

da su última estocada

con un puñal tierno

enterrado en cámara lenta,

en las spaldas dlos caí2.


La Honduras que soñamos

Rréflex duna promess

con ojos de pirañaraña

atrap al carnicero

dla bienamada noluntad

duna gaveta dresstida

de miss prostiastuta fox,

con antifaz de bank suizo.

Es-cama de sal con agua bendibitcha

tararea rayos del sol

i mágicos gays de barro

 en las manos

de bestiales corbatas sexuales,

q juegan damero gangbang,

con los fulls 3 Powers

de serpientes amorosas,

i por eso sabemos,

Q Onduras

Tendrá caminos pinta2

de violentos colibrís

y de guitarras enfermas gentinales

con rayas de cebra telepática

y piel de cerdo en microonda:

aplaude a cada 4 otoños:

La tortura contra el efecto múltiple

dla primavera sin vagina.

Desnuda  el agua de un río

de rocas milenarias.

Benefactores

dla  exquisita Taipéi inauguran

jardines luctuosos,

i levanta discretamente

 la muralla china

de hidroeléctricas sospechosas

para sepultar a los dioses Lencas.

El aire con su taquicardia

de óxxidos pedernales

expande el arcoíris cobarde

dhumo en los pies del viento,

camina con cadenas

de átomos abortados

 con almácigos de lágrimas

i diademas

de alambres encallecidas

lamen el pezón

de un ataúd abandonado

de un cavernícola maquillado

de rojo y negro.

Arteria maravillosa  

de un aguijón

Coopta sabandijas:  

un black Friday

en el palacio abnegado

de sultanes podri2

 por el love al money.

Honduras sin, y ataduras:

Patria de Guinness en pez-uñas

para do-amar las cajas fuertes,

de indo-amables hipopótamos.

El caos disecciona la paz

con el beso metálico

de un proyectil en el cráneo.

El abismo se traga los secretos

de sombreros

 y botas en happybirthday,

y la democrazia  confiesa

que traficaba

pájaros de especies amazónicas

cargados  de coágulos en polvo.

La muerte tiene una rrisa

De babyshower.

Se ha hurtado el corazón

del árbol con sanguinaria

alegría al final del altar,

de pandemónium  

con guardaespaldas

entrenados  en una sauna spa.

La esperanza  

se hace una endodoncia

en el vértigo

 de sus labios leporinos

i entierra sus ilusiones

 en un lugar

Adscrito a una sepultura  

de canciones

i auyidos.

El pueblo

 se metamorfosea

en reptil agónico,

 aletea en el acuario

 de murciélagos

adiestra2 x el pavor

duna orden acuática

 de subterránea burla.

Una mano invisible divide

de tajo,

 la carne echada a andar

en la serpiente asfáltica

de roedores famélicos

con relojes suizos.

Sabemos

que hipno-atizan

al fuego i

se bañan en un jacuzzi

de sangre,

i la muerte insomne

mata al pensamiento

en la lujuria dla noche.

La freertad es una prisión

de bástagos q nacen aborta2

x la ternura dun bisturí.

La privatización es la boda sacra

de caníbales pulidos

en una selfi de misa negra,

donde la ley se disfraza

de slut y en su gang bang,

preña a la constitución

con un vibrador 

de artículos inyectados

de tóxicos letales.

El motor sin pistones

de la patria ahoga

du turbo de auto deportivo

en el acelerador play

de un cerdo de sombrero juguetón.

Corretea en  el grand Prix

dla box de cambios

del money pueblerino.

Bajo las órdenes

duna falda porno

Q discursa palabras necias

Un ejército de protones

scapa sobre los t(l)echos

i masturba a la oscuridad

de todos los days.

Un impostor disfrazado

de japonés

irrumpe el vientre eléctrico

de la patria con sus pases

de samuráis resistoliado.

Arranco de raíz

 los rizomas malditos

de la corruptonia.

Con estalactitas envejecidas

i pus encremada en manjares

de lideres con rrisas pulidas

x el magnate q besa

a los tres arácnidos

 q perpetúan a la patria

 en la caverna aversiva del Ambre.

Un corazón de fieras

Resuena las celdas

Aorticas de mis perpendiculares

Gritos coagulados

De atemorizadas neuronasque

encuentran la paz

En la boca de un pez muerto,

Y ama el odio que le efectúan

Con una moneda extraviada

En carretas habladoras

y presumidas

De $.

Se marcharon

a las playas de cativí

De Mayami

Y otro cleptómano de azul

Disfruta estadía

 a lado de la estatua

de la libertad

Por haber hurtado honradamente

El himen de la patria.

Al otro lado,

Un bigote con pase de histriónico

Acto

 cuenta fábulas de amor

Mientras acumula

Ratas de la misma estirpe

Para sobrevolar

Los esteros diabéticos

 de la patria.

Respiramos veneno

Para caminar ungidos

Y preñados de sueños

Que nunca vendrán.

El terror del cariño

Presume armisticio

Con la barbarie

 Para volver a golpear en boxing

Al pueblo que fue una escalera

De carne y hueso.

Para que llegaran a la cúspide

De la torre gemela del power.

Una barricada de balas saltarinas

lleva la trayectoria secreta

del arte de la balística,

en manos de un arlequín

de corbata

Con la esperanza de tajo

 hasta el cielo herido

 por un escupitajo

de humo,                                                       

Voy atravesando a campo raso

el estallido de un puño,

lanza el arpón de un explosivo

en el arcoíris bendito

de la existencia,

hombres con cabezas de simios

payasos con chalecos antibalas,

guacamayas

besan a sus victimas

con fragmentos de brazos

 en forma

de espaguetis suculentos

y un cadáver frío,

es la última escena

de una romance entre

una bala virgen

y el agujero acquisito

en el pecho:

Del vacío

ángel con alas,

papel y ojos

de   buey agonizante.

 Fusiles gays con camisas playeras

Besan la cobardía

de bombas lacrimógenas

y la furidías

enferman a relojes desertores,

con sus manecillas

de cuchillomplices

extraen la tripardiaca

de la justicia

y como un frac de hígado

lo lanzan al perrobull

del power.

Levanto mis tarjetas postales

Selladas con la saliva enrojecida

Del pundonor

Y la justicia repetida

Usa tacones altos

Para bailar tango

Con el crimen y el poder.

Corro con mi lepra

de pólvora.

Bailo al son rítmico

de una bomba.

Una hilera de garrotazos,

me caen tan bien,

como masajes en spa.

Las metrallas

se miran como obsequios

celestiales que bendicen

 a la muerte.

Objetos de lujo

 para divertir al power

del circo romano

de los cobardes.

Protesté con

mi palabra quebrada

Con un vidrio de lujo

Hiriendo mi garganta

Y mi voz se escondía

 en las alas de un pájaro

asesinado por las máquinas afinadas,

encontré un violín limpiando

la boquilla de una escopeta

vestida de dama en una casa

de empeños,

aplaudí a la hipocresía

de una rueda dentada sin fin,

y el sistema arácnido de espejos

entrenados expulsaba vomitadas

de caricias en la boca secreta

de sepulturas

con vitrinas

de pasarelas

y abejones

con aparatos seductores

rezan y bendicen al hambre.

En la mañana donde mariposas rojas

fornican con la angustia humana.

La zoozobra es una balada lejana

En los ojos electrizantes del horizonte,

La culpa está echada al camino

Con su candidatura de actor trágico

Y asesino de turno

Luce como un collar de oro

En el cuello dérmico

De una dama enseñoreada

Por la mueca etérea

de un voto al azar.

Di la mano a mi hermano

Que apresuraba su tizne

De impudor sobre la piel

De la patria,

Ese hermano que vi arrodillado

Ante el grito subterráneo del mediodía

Ahora, es un digno humano

Que padece tan joven de Alzheimer.

Y ha sido seducido por la voz fantástica

De una sirena atrapada en la red

De un banco a escondidas.

Juega al casino

Apuesta por la bilis y el himen

De la patria,

Camina epiléptico

 con alegría discreta

En su castillo de cristal

Y con sus  aeronaves Ovnis

Se olvida de los colmillos

Podridos del hambre,

Se ha aferrado al power

Que su cerebro es una masa encefálica

De parásitos con inteligencia

De bajo nivel.

No recuerda el origen del lodo

Ni de la camisa rota

que modelaba entre sus manos

¡Así es, es un buen humano!

Porque imparte y entrena abejas despóticas

Sobre autoestima a la bandera

Y autoayuda para seguir los dados

De maroma de un sueño aplaudido

Y compensa a la muerte

Su reflejo de  felicidad

Lleva 4 pies de reptil burocrático.

Con noticias de bikinis pagados

Y se hace liposucciones

en las manos manos de Tío Sam

El hijo de Cleopatra X.

Ellos, mi brothers,

Donde la zozobra apresura

al auxilio,

la vertiente

del agua

lava los ojos

al viento

y el omóplato

del sol

se expande en el espejismo

del día,

los frutos tienen sabor a terror

la represalia tiene las raicillas

de un árbol frondoso

 en la cúspide

de la honradez,

teatro del aire escuálido

bifurca su último acto

En el esdrújulo escrúpulo

 de una flor

de piedra preciosa

en una misteriosa casa

de empeños.

Una  niña disfrazada

de maravilla

Bebe, antidepresivos

con chocolates

Y caramelos suicidas

De un happybirthday sospechoso

En una alcantarilla.

Las cicatrices tienen

sus apellidos

En directorios

de páginas amarillas secretas

lavan sus uniformes esmeraldas

con la sangre coagulada

al mediodía,

y la llave discreta pierde

su reluciente escupitajo

para abrir la caja fuerte

de la patria.

¿Por qué una burbuja juguetona obedece

órdenes de amables y sangrientas alimañas?

“Los propietarios  de la patria”

han refinado sus usufructos

alquilan al mejor postor

los Powers del estado,

para la puesta en escena

el sacrificio de Yax Pac

del pueblo,

con su esfínter sometido

a rasgaduras contra voluntad

de leyes perversas

que les pintan sus uñas

y con lentes de contactos

torturan la ternura de pájaro

de los que han expuesto

 su epidermis

ante el verdugo sabueso.

El odio desuella

con un yatagán,

Y corta en frac cada tendón

Como un cirujano

que tasajea sus labios

Y da un giro

de planeta la herida

De un pueblo, que se

va derribando hacia el abismo,

Sus ojos reventados

Y picoteados por los cuervos

De la nueva especie.

El grito en gajos desaparece

Del honor de un cadáver

Que aplaude su inexistencia.


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