Primer tiempo
Primera parte
El cancerbero hizo una atajada enorme al estilete de Peter Shilton, con un sombrerito en desliz y el pelotazo hacia el corazón de la portería en la velocidad de Citara del Cachavacha que daba vueltas de un trompo ebrio en pleno verano, y acostumbraba a bailar carioca en la cancha, siempre pensaba creerse un Romario o un Bebeto cuando desmenuzaba jugadas de contraataque. Óyeme, vos marsupial, me dijo con su cara de mono apendejado. Me preguntó que se había hecho el Cachavacha después de haber sido un gran arquero. Le dije casi tartamudo con la mirada de Al Pacino en el “Padrino II”, a ese jodido le quebraron la vida allá en las tierras del norte.
A vos te gusta esa papada de hablar de fut, debemos reunirnos los veteranos, aunque sea para jugar alguna potra, yo ya no muevo las rodillas porque esa artritis, me ha jodido, me dijo entreverado y emocionado en una asamblea de compañeros de la skul, cuando jugábamos balompié bajo el entrenamiento de baseball del profe Chepito y del viejo culero de Moreno, a ese añejo nunca lo vi jugar pelota, era puros cuentos de que estuvo en Argentina jugando en el River Plait. Confundíamos eso del beis por lo del garrote que caminaba el coach cuando nos llevaba a hacer física, se me salía la lengua, no joda, me gustaba hablar y ver fut, porque esa mañana fuimos a jugar un partido al estadio Fausto Flower Lake, casi parecido al Giuseppe Meazza en versión clase pogre.
Me acuerdo, que todos iban con sus uniformes como los de Uruguay en Italia 1990, yo le decía al Matador y le llameé siempre el Francescoli o de Jan Ceuleman, porque el man ese era chelito como esos rusos de Mijailechencko, y aparecía yo como un penco. Pa q t pones a hablar de fut, si nunc jugaste, opinó el Peluza, no jodas, le dije, que no juegue fut, no significa que no me guste, respondí armado hasta los dientes de palabras. La verdad, que el Gaucho manejaba el balón hasta una altura exagerada como corridas de toro que hacía en la media chancha, como el Piojo López, y el tal Burrito Ortega. También el guardameta con lanzada de gato en invierno y su altokilataje voltaje ha capturado la pelota como un jugador de las RedWhite en la liga americana.
De repente apareció un player chaparrito como Chespirito en los caquitos, un driblazo, ya rebasó el paso de ganso del pistolero que sacaba el pecho diciendo que se parecía a la magia de Lothar Mathaus. Que testarazo le dio la vida cuando la mujer se le fue con el mecánico del barrio, y que ese man le había echado sus penales a la doña ajena cuando Gaucho no le jugaba ni un partido de amor a la esposa, fue una jugada sin fair play en las cosas de la existencia. Deja de hablar de los demás, maje, y seguí narrando en recuerdo de esospartidos que íbamos a ver todos juntos.
El Batigol recibió el pase de balón corto o short balón, con un efecto de tuercebotas, lo sabíamos, que era un jugador pésimo, digamos que también era un patadura que le gustaba que le dieran gambeta o regatear la jugada en retro; jodas, ese Batigol, dicen las malas lenguas que le gustaba jugar en retrovade, no joda, no me refiero al jugador de la Fiorentina que hacía pared con Caniggia y Maradona, sino al Toño, así le decíamos Batigol, últimamente se había metamorfoseado en un gambeteador. Al igual que el Káiser se quedaba en off-side de la vida, cuando perdió la chamba, el trabajo, allá en la hojalatería, ni le dieron el cheque sin fondo de las prestaciones. Quedó en la calle el maje, dicen que anda trabajando de taxista. Hay que convocarlo a la reunión anual o anal, ja,ja,já. Me dijo con una carcajada de payaso de circo barato. Me di una vuelta, levantándome de la silla, despidiéndome con amena amabilidad.
Ataca el káiser, fuera de juego señala el lineman, una posición adelantada, dijo el árbitro, cara de gato. Por lo que vemos, el portero es muy bueno. Da un pase de changorrito de media arround y el fenómeno la atenaza con el pie izquierdo haciendo una mueca de Elton John en el aire, luego dispara en curva, sin mirar a Kini que logra coincidir en una toma en travelling con el Pitbull y en un efecto de cámara lenta aparece en la puesta en escena el D’Artagnan tirándose una chilena estilo Pelé en 1966 contra Portugal, se le había parado a Eusebio de pecho a pecho, patada colosal, artista del marasmo del balón, inquieto majeador eterno contra la portería de Lev Yahsin Ivánov, el famoso “Araña negra” que nadie lo batía en la telaraña de la red, era el Yuri Gagarin del futbol ruso, hasta que Edson Erantes Do Nascimento le dejó ir el balón en velocidad de un misil atacando un edificio de terroristas. Que arquerazo, se salvó de un patatal o retratera de patadas de Karate del Tomboli, que era bueno para hacer zancadillas, el quiebra-rodillas, caía chancho, nunc jugaba limpio, los árbitros le temían a ese maje, dicen que los trompeaba como un Maik Taison o un Mojame Alid, a pesar d q el terreno de juego está en muy malas condiciones. El Procky movió el esférico tirándoselo a Rocky Balboa que dribla el balón, y el Lucky la atenaza con el pie derecho como Garrincha enviándosela a Pelé, o como Platini encontrándose con sus compatriotas en 1998 con Deschamps y Thuran, francófonos players, el estilete de parfum balón, domestique jugada en el air. Que esfera de cuero, pelota de gold-goal.
El kalimba corre, corre, menea, dobla, y se detiene, calibra, apunta y tira en gambeta, no es un regate, no me da pase argentinito, te gusta llevarte la finta, solito. Que jugador que tiende a no pasar la pelota a sus compañeros, es un comilón. Se creía ser un Rossi o un Rijkaard. Que ondas, jugaste a la chilena con un remate a la inversa y en escalonada, driblaste, no jodas, te gusta ver espejismos cuando tenés la bola en el power como esos políticos que no sueltan el poder, la papa frita del money, el manjar de los puestos públicos. Distes con voltereta hacia atrás de espaldas a la portería. Una bicicleta espectacular cuando te tiritaste al área de penal, donde se hacen los fusilamientos contra el paredón del pórtico. Ese regate, que consistía en hacerle al adversario círculos sobre el balón con los pies, pero sin tocarlo, si acariciarlo.
Qué cantada del jugador Pilatus, donde aprovechó el manjar de la ley de la ventaja y un error horror garrafal del portero, al intentar parar o despejar el balón, fue una pifiada. Al menos, así jugaba Romario y Bebeto contra Suecia al paralizar a Grun, y a Glen Peter Stromberg 1990, con una folha seca, y un disparo con efecto que hace caer el balón a la mitad de su trayectoria, así lo expresó el brasileiro culeiro Waldir Pereira "DIDÍ". Pues de new en una jugada de llegada y recupera la pelota en un caño y regate, que es donde un jugador pasa el balón entre las piernas del contrario, bautizándolo como el famoso y habilidoso: túnel, al estilo de hombrones del gol como Garrincha, Messi, Ronaldo y Laucent Laurent. Pues le hizo la rabona, un pase inteligente o lanzamiento que consiste en pasar una pierna por detrás de la pierna de apoyo y así disparar el balón con un efecto de vaselina, un lanzamiento suave y de trayectoria curva por encima del portero, hasta que la pelota queda atrapada en la telaraña. En la banda diestra corre el Bam-Bam con una agilidad de acero sin soltar la cebolla rodante, el verdulero del campo, no deja ni un tomate en buenas condiciones, las destripa, es un demoledor de piernas, sostiene el esférico, se detiene en un movimiento circunvalante, dos jugadores le caen por el tramo inverso, mantiene el equilibrio como un majeador de circo.
Dribla en un segundo cambiando de posición del balón, lanza una mirada de búho hacia el fondo de la defensa enemiga y como un soldado listo para el último ataque, le pega con el empeine y la pelota dando vueltas elípticas en el aire, hasta que el mugre la acapara como un cátcher de las medias rojas o redsock en un doble inning que marca las bases del diamante y atrapa el balón con precisión matemática.
Yo conocí al Comadreja, anduvo de aficionado, no sabíamos que jugaba fut. Hasta que el Pelado y el Chori lo invitaron a entrenar para un partido dominical. Ahí le miré el estilete de palomita, parada espectacular, aunque el portero con una estirada en el aire luciéndose más de lo necesario. Una pared que abrió pase a un compañero Calichin, que la devuelve al primer toque para superar al contrario con efecto de sombrero de Mandraque, ágil George Hagi, el Maradona de los Cárpatos, serpenteó la pelota con un disparo de cowboys deportivo y el lanzamiento a la portería, el Tamagás Colindres, el Higuita del Barrio, con su ataje de escorpión en 1990.
El arquero ahogado en un espectacular enganche de canecho. También rugió un tiro al style de Giuseppe Signori y un Roberto Baggio, un clorótico disparo que fundió con un remate al arco, como Un Zinade Zidane en 1998, con una jugada de laboratorio de Trezeguet, y el portero cayó de bruces como un muerto, casi a una jugada parecida a la de Walter Zenga contra Austria en 1990. Nos fuimos para la casa, cada quien tomó la ruta o el rumbo. El gorila alemán, que era un señor de porte teutón llegó al barrio, me había conseguido trabajito de repollero, en el underground, es un recogepelotas. Es el sujeto que anda guardando los balones. Yo vivía en una casa abandonada, en la avenida Roosevelt. Desde esa batimovil miraba en la vieja caja electrónica, películas y los partidos del mundial. Nos habíamos ajuntado Kini, Kalimba, el Macho, el Batigol.
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