LA DEMARCACIÓN POSTSURREALISTA E INTERIORISTA EXISTENCIAL EN LA ESTILÍSTICA POÉTICA -NARRATIVA-CÓSMICA-CUÁNTICA EN LA NOVELA:
JONÁS SÁNCHEZ Y LOS SUEÑOS INFINITOS DE ALICIA: JUEGO DE APARIENCIAS DE MELVIN SALGADO
Parte 1
Oscar Sierra Pandolfi
Preámbulo
La novela en Honduras, ha provisto de una variedad de exponentes, tanto fundadores como pioneros. Desde finales del siglo XIX hasta finales del siglo XX. Quizás, Turcios, con el decadentismo del modernismo asimiló de forma romántica algunos escenarios oscuros de lo gótico. Las noveletas de Lucila Gamero, no trazaron una propuesta estilística. Sin embargo, “Bajo el Chubasco” de Carlos Izaguirre, una novela de casi aproximadamente sobrepasan las mil páginas. Novela longitudinal que ha sido acaparada por el olvido. De ahí, las generaciones y décadas de la producción novelística, sobresalen novelas de 100 a 200 páginas. Posiblemente por la idea de Unamuno sobre el trabajo artístico de la nivola. En el sentido, estricto, una novela longitudinal, abarcadora, que sobresale en los “90” del siglo XX en la literatura hondureña es “Madrugada” de Julio Escoto, una cantidad de 700 páginas.
Los componentes de la novela disgregan transparencia, complejidad, ambigüedad, juego de planos temporales, espaciales, polifonía, diversos narradores, diversidad temática y un caudal semántico, y un estilo de cariz personal, donde la voz logra la celeridad y la intensidad de la novela a través de figuras connotativas que adquieren el vigor de una escritura emotiva y profunda, desde la primera parte que trata de la historia psíquica ya artística de Jonás Sánchez que existencialmente se subsume a un submundo decaído, donde la fama, la deslealtad familiar y la peligrosidad del amor, lo inmiscuyen en un viaje al fondo de su conciencia, en rebeldía, en extrañeza, esta parte, se vuelve poética, fina y riquísima en el lenguaje polisémico.
La temática del pintor existencial y romántico Jonás Sánchez, guarda secretos hasta el día de sui muerte o desaparición física bajo la conspiración de una supuesta muerte, gira en torno a dos motivos, la ausencia de la materialidad del mundo, el mutismo, el fulgor del silencio, y el ruido de la fama en medio del vendaval urbano de la Ciudad de México. Se visualiza el fragor plástico de la hipotiposis:
« Jonás contempló su reciente obra pictórica: oscura y perturbadora, que reflejaba el propio mundo derrumbándose en los alrededores periféricos del ser. El artista se vislumbra a sí mismo, batalla por mantener el control aerodinámico de sus emociones dentro de la ley perjuriosa del caos, trazados en la textura dérmica de sus antebrazos. Los globos ópticos se pierden en la hilada de cada detalle, sumergiéndose en el océano-abismo de autoexamen y reflexión. Cada difuminado de policromáticos espacios expande pinceladas disruptivas, intensas emociones que se entraman en la compleja mente; ante la turbulenta oceánica vida de recuerdos anclados en el cuadro surrealista del pasado».
Sin temor a equivocarnos, se trasmutan significativos semánticos de alto nivel estético que reflejan connotación llena de pulidez retórica y una sintaxis que atraviesa la naturaleza del alma, de la mente, del comportamiento misterioso del ser humano, la lucha entre la apariencia y la esencia, dan paso a la narratividad que posee la fuerza de la observación que se convierte en un proceso fenomenológico de captación del «ser» y de la «otredad». Melvin Salgado, nos presenta una novela que va cimentada en tres niveles, el primero, es la historia de Jonás Sánchez, luego a la muerte de este, surge la segunda parte, donde aparece una supuesta hermana más conocida como Alicia, el cual secuestra el cadáver de Jonás para llevarlo al laboratorio donde trabaja en un proyecto científico secreto por parte de una compañía desconocida. El asesinato de la esposa de Jonás, es atribuida a su hermana, la cual será capturada por los policías de investigación. Alicia hizo un experimento con el cuerpo de Jonás, a través de complejas conexiones cibernéticas, no obstante, la venganza la hace llegar a un posible crimen, el cual será obvio para la sociedad.
La compleja trama que como una especie de ecuación narrativa va precisando nudos y nodos en el interior de cada estructura narrativa, lo que los teóricos le llamarían «estructura en sarta o diseño de caracol», por eso mismo, lo primero que exponemos, es como Melvin Salgado, organiza el compositio de la novela, de ahí, el tercer capítulo, Alicia es llevada al sistema penitenciario, donde lleva entre mano un documento que había escrito Jonás Sánchez y que guarda secretos artísticos y científicos de algunos laboratorios del gobierno. Por lo que ella abre el libro del manuscrito e inicia la lectura, nos recuerda a «Las mil y una noches» de autor anónimo y de «Los cuentos del Decamerón» de Giovani Boccacio. Por otro lado, la tercera parte trata de un niño Matt, que es llamado el «Niño sin sombra» que algunos científicos descubren la forma de mejorarlo, y ahí se va complicando las vivencias y peripecias hasta el final.
Una de los rasgos distintivos contextuales y estilísticos que se pueden manifestar dentro del eje sintagmático de la novela que se mueve de un espacio a otro dentro de los estratos narrativos, que se convierte en unos de los aciertos de la novela, es que con precisión emplea la metáfora según nos plantea Ricour «La metáfora es un recurso de la frase, no de la palabra». Esto implica que la metáforización surge de la sinexión semántica de la frase con los objetos-sujetos que se van perfilando en el interior del texto poético. En el mismo orden de ideas, Zilberberg (2016) plantea que la poética moderna lograr cobrar exigencia al lector un efecto de surgimiento, en otras palabras, el antagonismo del «sobrevenir» y del «llegar a» deja, también aquí, oír su voz.
« Como en todas sus pinturas, hay detalles ocultos, simbólicos muy conectados al tarot, al tetragrámaton gnóstico, mistérico, enigmático que solamente pueden ser vistos por los que se toman el tiempo de contemplar con atención. En uno de los ángulos de la pintura, hay una diminuta figura que personifica a la única persona que Jonás ha amado en toda la vida; con el cuerpo fractado y sangrando: ella es la imagen perfecta de la tristeza y la pérdida. Jonás recordó súbitamente el día en que dio los pincelazos precisos para crear esa pintura. Había sido una tarde crepuscular y copiosa de lluvia, simultáneamente en el plano cinematográfico en que se acoplaba la mente, en ese instante convergían la tristeza y la sonrisa, la armonía y el caos. La arteria aórtica sublevada al tenor del dolor y alma conjurada a manifestar emociones ondulantes en el trabajo pictórico. Jonás se desplomó en el vacío, y agotado, después de una ardua faena: la obra maestra. Se sintió desnudo, descarnado y vulnerable frente a ella, como si la pintura hubiera logrado desentrañar todos los secretos internos y exponerlos insoslayable al mundo. Se recostó en la media cama, lanzó una mirada a la techumbre, y trató de despejar la mente de los sinuosos caminos del tormento que generaba tomar el pincel y punto finalizar el cuadro, que solamente podría ser comparado con el famoso Goya y Durero». Consideramos que es parte genérica de lo que podría denominarse en la época contemporánea «poetiva».
Melvin como un poeta, va desplegándose con fuerza en cada capítulo con un efecto fractal donde algunas veces la «aproximación», y otras veces el «distanciamiento». Como se expresa anteriormente, Aristóteles realiza tres operaciones semánticas de importancia citando en Zilberberg (2018): (i) privilegia la metáfora: «… las palabras punzantes tienen su fuente en la metáfora por analogía…” (ii) asimila la metáfora a la hipotiposis, aceptando la metáfora como una variedad de la hipotiposis». Esto nos indica, que la estructura de las descripciones, y de narratividad, existe una relación estrecha, porque correlacionado por la descripción plástica de la naturaleza, para dar paso a la construcción de figuras semánticas, acompañadas con figuras de pensamiento, como ser la paradoja.
Una memoria de felicidad arruinada. Es importa también, establecer que es una novela de mucho tamiz posmoderno, donde la linealidad y lo expositivo no existe. Por ello, acude a otro dispositivo de estrategia narrativa en la forma organizar el plot, la trama y el asunto, y es que en efecto de goznes o bisagras, se aúnan tres historias novelescas, que van hiladas por lo que se llama «enhebramiento». Por ello, es un entramado de historias impresionistas y surrealísticas, hiladas de voces erguidas en las profundidades del inconsciente, traspasando los linderos de la razón, del deseo amoroso y el encuadre existencial. Cada capítulo, cada narración, nos sorprende su ritmo en una cadencia que le da gran acierto estético al todo, tal como lo expresa Cohen (2016) “Es perfectamente posible la tentativa de una poética general que busque los rasgos comunes a todos los objetos, artísticos o naturales” es decir que son capaces de provocar la emoción poética en la estructura narrativa. En el tercer capítulo, Alicia hace una negociación para salir de la cárcel, es que entrega el documento al finalizar su propia lectura dentro de la novela, con exactitud, se trata de una técnica narrativa muy potente y actualizada en la novela «caja china».
Antes de implicar una ardua labor de significado por el constructo de la palabra misma. Donde cada frase, cada capítulo, cada estructura se convierte en una raicilla que origina otra raicilla de significantes estéticos. Según Dumarsais: « las figuras, cuando son empleadas a propósito, dan vivacidad, fuerza y gracia al discurso». Por ello, « JONÁS SÁNCHEZ Y LOS SUEÑOS INFINITOS DE ALICIA: JUEGO DE APARIENCIAS DE MELVIN SALGADO», contiene un manejo «fiduciario del tempo », esto implica que el tiempo se detiene porque hay un sujeto que se esfuerza a un anti-tiempo, que se quedó incompleto, y que el escritor a través del flashback, ralentis, y embragues; supedita a la novela a una complejidad donde explora universos, tanto cotidianos como galácticos, través del juego de la memoria, del recuerdo, y de la abstracción, donde logra lo que Zilberberg llama «el sobrevenir», y que tuerce, tapona el espacio, agrega Zilberbeg (2018) perdiendo sus dependencias y sus líneas de fuga, el espacio se contrae y se reduce a un «ahí» sin horizontes accesibles. Después que Alicia entrega el documento o libro prohibido escrito por Jonás Sánchez, su hermano, recupera su libertad y regresa al laboratorio donde escapa junto a su hermano, ante ello, lo desconecta de una máquina que había sido inventada por encargo de una compañía, una maquina posiblemente que viajaría al espacio, o revivir de la muerte, la cuestión que se emerge en la novela, es que la aeronave espacial que hay en el laboratorio es de ellos, ya tiempos, es donde el hilo conductor nos revela muchos nudos de la novela. Por eso ella, al conectarse a la pantalla, mirará su futuro navegando en miles de galaxias, de ahí, que la novela sea compleja en sui estructura, en su temática, y en su técnica.
Melvin Salgado, acude a la metáfora recreada y procede a la «tensión sémica», definiendo una especie de estética cotidiana amalgamada de entrañamiento. Cada capítulo se vierte en formas heterogéneas, no hay «pre-Scriptum» de significados, primero, no son capítulos que se delatan en el mismo molde o encasillamiento lingüístico y sintáctico, en lo segundo, la preescritura, doblega a los campos semánticos en isotopías precisas en la espacialidad tensiva.
Por eso, es más posible que ciertos versos se asomen a elementos narratorios, aunque son propios de las formas estilísticas de la poesía, tiene intuición, no balbucea, deja que el verso tome la libertad por su propia esencia, sin manoseo ni alambicamiento. Tal como lo expresa Aristóteles en la «Poética», donde señala que la tragedia tiene por resortes fundamentales las peripecias y los reconocimientos bien articulados, al igual, « JONÁS SÁNCHEZ Y LOS SUEÑOS INFINITOS DE ALICIA: JUEGO DE APARIENCIAS DE MELVIN SALGADO» contiene la extensión de esas peripecias que va sosteniendo su argumentum en denotatum.
La calidez estética de hacer surgir universos constantes que se van diluyendo, desbaratándose, para dar espacio a nuevas formas de aprehender el mundo. Por eso esa tangibilidad por la palabra, deslice, lo que equivale que la forma poética de «« JONÁS SÁNCHEZ Y LOS SUEÑOS INFINITOS DE ALICIA: JUEGO DE APARIENCIAS DE MELVIN SALGADO»» se desploma el imaginatio, justificamos cierto argumento, porque encuentro fragmentaciones autónomas que se van interconectando con los demás capítulos entre partes que conforman la totalidad. Nos referimos a los estratos fractalistas y surrealista, por los cambios que se van estructurando en la medida avanzamos en la lectura que se escapa del libro mismo, y coexiste en el ámbito de otras lecturas. Eso deja el poema refleje una multiplicidad de niveles, contra linealidad. Es una abstracción metafórica, lo que me lleva a detectar la revalorización de lo caótico, prácticamente hay aspecto de los lenguajes denotativos que se inmiscuyan con tersura desde la perspectiva armónica y caótica. Por lo tanto el poema es al mismo tiempo complejidad de pensamiento conformado por la imagen vertida en una polifonía. Hay una gramática transformativa que plantea sus propias reglas de combinación y de juego a lo inefable, a lo cotidiano desplazado a la nueva tendencia de lo cotidiano.
Novelas mayores, en el nivel cuantitativo y cualitativo. Actualmente, JONÁS SÁNCHEZ Y LOS SUEÑOS INFINITOS DE ALICIA: JUEGO DE APARIENCIAS DE MELVIN SALGADO , sobresale también por ser una obra que soslaya las 500 páginas. Diríamos, que no es la cantidad de páginas que definen si una novela está acertada estéticamente. Ante ello, la novela corta, hondureña, ha sido supeditada, por la haragandía intelectual y la pereza lectoral. Igual, la creación aligerada de la novela, por intuir ciertos espacios de marketing hacen que el escritor se adapte a la premonición del éxito. No obstante, la novela, como tal, debe contener complejidad estructural, profundidad actancial, heterogeneidad temática, diversidad técnica, polifonía, novedad lingüística, variedad geográfica, cohesión entre lo local y lo universal, juego de intertextos, paratextos, teatro, cine, poesía, cuento, historia, conocimiento científico, trama, acción, acción rápida, luego en ralentí, flashbacks, juego de personajes universales, la amplitud medular de supeditar la construcción de personajes universales que se disgregan en esferas de acción, en el campo ficticio, y patrocina un estilo descriptivo abreviado en hipotiposis, hasta llegar la estética expresiva. Nos referimos que todos los elementos mencionados, los encontramos en las profundidades rizomáticas en a la novela de Melvin Salgado.
Primero, Melvin, reinventa un estilo desde la creación de sus propias técnicas, el efecto de la cinta Moebius, la escritura en Abysm junto a la caja china, luego, la mirada poliédrica de varias narraciones a la vez, causando ruptura no solo al pasado, sino que al futuro. Es una novela, que cifra la escritura perlocutiva, arquitectica, escultórica, poética, teatral, predigitadora, se adelanta, ralentiza, se apresura, va contando, en una especie de viaje al fondo del alma de la misma novela, en un hacer que solo la escritura misma deja de ser real, para dejarnos en el indicio de Pierce, o en la odisea de Barthes con las catálisis, desprende obviar a Greimas, no hay héroes, solo personajes de carne y hueso.
La historia como ciencia y el ensayo se juegan el todo por el todo, en el cambio sorpresivo de voces, desde México hasta las constelaciones de Orión y de galaxias con nombres inventados por el mismo Melvin Salgado. Con esta novela, podríamos augurar y afirmar que supera a la novela hondureña contemporánea, sin temor a equivocarnos bien vale a continuación su estudio, desde muchas aristas, psicoanalítica, estilística, socio-critica, artística. Ante ello, entramos con lo que plantea Lukács (2001):
« Es característico de los fenómenos intelectuales el que puedan ser explicados con más de un marco de referencia. Un fenómeno estético, por ejemplo, puede ser abordado psicológicamente, sociológicamente o en referencia a la técnica con la que fue ejecutado, a la historia de su estilo o a las premisas de su metafísica o de la filosofía de la historia que lo subyacen, sin que cualquiera de esas maneras de abordarlo desvirtúe a cualquiera de las otras. En tanto que se refieran a lo que es, dogmáticamente hablando, el mismo objeto, cada uno de tales abordajes, lo hace desde un punto de vista diferente y, por lo tanto, enfatiza un aspecto del objeto como tal». Por lo que la novela podría ser determinada como novela psicológica, social, detectivesca, científica, y ciencia ficción.
Melvin Salgado, dignifica el arte de narrar con una propuesta literaria que refleja una variedad de indicadores y características que la determinan como tal en la originalidad superando los parámetros de la Novela escrita en Honduras. Dentro del contexto de la literatura Hispanoamericana, y Centroamericana, se circunscribe en el hipersurrealismo, y fractalismo estético. La primera característica a la que me remito, sin favorecer, ni halagar, “por sus obras los conoceréis” es el abordaje lingüístico, en desazón, su obra está mesuradamente madura técnica, y lingüísticamente.
En este punto, se capta en segundo lugar la estructura ambivalente en que cada capítulo procede de una autonomía que se va desarrollando, y tercero, el tratamiento de temáticas muy vinculadas a la posmodernidad: la ciencia desde la subjetividad , la tecnología del libro desde la creatividad, personajes universales. En el lenguaje, resulta un dialogismo polifónico. Como lo dije anteriormente, la simbiosis de socio-lexías propio de las artes escénicas , y la poética se renueva con mucha audacia sintáctica. No obstante, los rasgos irónicos, y el matiz expansivo en la que emerge la narrativa de Salgado por ejemplo, despliega dos personajes que se destacan, y a veces se ocultan tras el pliegue de la palabra, solo a través de funciones cardinales de mucha tensión:
Los esfuerzos por explicar los objetos no “de abajo hacia arriba”, sino “de arriba hacia abajo”, son otra cosa. Un buen ejemplo de ello son los intentos de interpretar una forma de arte desde un enfoque metafísico o de filosofía de la historia. Donde quiera que el objeto psicológico (o su contenido como experiencia aludida en la obra de arte) no contiene aún del todo aquello que es jerárquicamente más alto, digamos el elemento espiritual, o en nuestro caso la forma de arte, esta última, a su turno, es solo uno de los componentes de todo el fenómeno espiritualmente meta- físico, o podríamos decir, de la obra de arte como una “objetivación del espíritu”.
Desde el punto del análisis estructural del relato de Barthes, se conforman en indicios, no hay obviedad, ni elementos obtusos en el asunto de la novela.
El juego de figuras epopéyicas y la hipotiposis traslucen puntuales en una mirada caótica del “yo” fermentado entre la existencia y la muerte. La condolencia psicológica que aborda el personaje Jonás Sánchez , imprime fuerza y profundidad. El arranque de la novela nos induce a la ironía que solo los grandes novelistas se le atribuyen como a Hesse o Mann. Salgado, se la sabe todas , va en búsqueda y al encuentro, ambas acciones, se diferencian, la búsqueda esta trazada por un fine u objetivo, y el encuentro, es la liberación de la escritura, Barthes expone “que la literatura son letras que hay que juntar, que hay que ir leyendo para que el mundo cambie, para que a cada uno de nosotros le pase algo. Que engloba todas las ciencias, y, en consecuencia, muchos saberes. Por ejemplo, en la novela de Robinson Crusoe, existe un saber histórico, geográfico, social, botánico, antropológico (…) es pues verdaderamente enciclopédica. Por esto, reúne el sentido de la tarea titánica y hermosa de quien decide imitar la vida (mimesis), repartir el saber (mathesis) y crear sentido (semiosis). En nuestro punto de vista , la novela engloba con peripecia un universo allanado por el mismo universo interior del ser humano. Hay de primas a primera una incursión sobre el relato de ciencia ficción que se trasmuta al final de la novela, sin calca a Philip Dick, con datos reales que existen en documentos posibles, y que dentro de la estructura profunda de la novela marca una implicatura estética. No solo desde el sentido, de exorcizar lo ficticio, o de fictivizar el arte (Jonás) la ciencia (Alicia) y juntos explorar las galaxias. Por ello al final encontramos en la novela JONÁS SÁNCHEZ Y LOS SUEÑOS INFINITOS DE ALICIA: JUEGO DE APARIENCIAS DE MELVIN SALGADO, el juego de la teatralidad y el resarcimiento científico, que es uno de los aciertos estéticos que premedita la postergación de un lenguaje que adquiere el brío polifónico, y el magno acierto de ser una novela de gran peso literario de principios del siglo XXI.
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