Red de Melvin Salgado La visión ideológica del sujeto colectivo.
Red de Melvin Salgado
La visión ideológica del sujeto colectivo
Oscar Sierra Pandolfi 2025
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Nos resulta inadecuado solamente acudir al análisis formal, cuando toda obra literaria se presta para una infinidad de interpretaciones. Tal es el caso que nos ocupa la respectiva novela o nouvelle. De antelación, la temática podría ser común, la corrupción burocrática, el narcotráfico, y el crimen organizado que es la capa que los cubre de manera desmedida en las articulaciones de poder de la sociedad actual. Eso es lo interesante, que podría ser que las acciones narrativas se llevan a cabo en cualquier punto geográfico de Latinoamérica. Aunque la novela no nos encamina a algo novedoso, o innovador desde el nivel formal. En cambio, si se refleja el tratamiento casi particular e íntimo del tema, vista desde la participación de un personaje mujer. Desde ahí la crítica posmoderna que trata el feminismo, lo vería con buenos ojos. Red, tal como su título lo indica, nos fascina, porque que es polisémico, porque “red”, podría ser un lexema en inglés que se refiere al color rojo, lo que indica, que significa sangre, violencia, muerte, y el segundo sentido, es que la metáfora de “red” para Castells[1], “una red es un conjunto interconectado de nodos, y lo que un nodo es depende del tipo de redes a que nos refiramos”.
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Nos emitimos en la telaraña de concepciones que podrían ser dispararatadas si intentamos ubicar la novela desde preámbulos que van comedidos al socio análisis que nos vertebra la clavículas que motivan la formación de homologías, visiones en el pensamiento de los personajes y la mirada extenúa del tipo de sociedad, que condiciona el funcionalismo, que se engendra desde las glándulas vaginales del capitalismo, que posee a la literatura como algo efímero, la muerte del eros, el homus videns, el mercado global, la comunicación incomunicada, la esfera de la mercancía, la espuma del simulacro, las raicillas del anti Edipo de Deleuze, el arte liminar de pasar de una dimensión a otra, la ligereza del tiempo, las cosas no envejecen, la trama del correlato se pierde, el cristianismo se ha vuelto salvaje, las instituciones sociales van degradándose, la escuela educa para el extravío de la miseria, la iglesia busca los perdones para la burguesía, surgen nuevos ricos, se condicionan nuevos secretos, todo se vale, no importa el medio, lo importante es lograr el fin, la ética de la corrupción contra la ética débil de Vattimo, no vale el otro, la otredad, hacerse rico, tomar posición, aplicar las leyes de la conservación de Heisenberg, la sociedad genera otra partitura escalafonaria de la acción social de Simmel, no importa el escalamiento de la pirámide de Maslow, todo lo mencionado de forma tácita, inherente se permuta en el ideosema de los personajes como Miguel y su contrario el fiscal Valdemaro, sin obviar a Wesenlao.
Prosigue, Castells[2] “la teoría social debe ofrecer conocimiento sobre qué procesos sociales están emergiendo, qué es estructural, y qué puede ser cambiado a través de la acción social” (p. 695). Esto se debe, digamos, a que el autor considera que el proceso dinámico de construcción de identidad, se da en los actores sociales colectivos, (el cartel), a través de los cuales los individuos alcanzan un significado holístico de su experiencia (el fiscal, el periodista, la policía, los jueces, los funcionarios, a esto se le podría llamar la red).
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Quizás encontramos dos tramas en la novela, la de Melanie con respecto a Miguel y la acción de acoso que está siendo víctima, por otro lado, el fiscal y Wenceslao, aducen ser los benefactores de la corrupción que va tejida con hilos gruesos y delgados, que la madeja social va ir apegándose a las nuevas reglas del juego en la ciudad.
Digamos que esta novela Red, va más para temas complicados donde no existe el antihéroe, no es existencialista, no hay fenomenología, aunque, si hay una enorme fuerza narrativa, profundidad psicológica tal como lo sabe hacer Melvin Salgado.
Por otro lado, es importante comentar lo que Georg Lukács habla en su Teoría de la novela: “La novela, por esa capacidad (paradigmática) que tiene de expresar los conflictos sustanciales de nuestro tiempo, ha merecido la atención de algunos pensadores de primera línea”. Esto nos indica que Salgado no se pierde al abordar este tipo de epitomes,que ya ha sido tratado en La Virgen de los sicarios, que es una novela del escritor colombiano Fernando Vallejo, publicada en 1994, que trata sobre la violencia, las mafias y el mundo de las drogas en Medellín en los años 90. La obra es una parodia de la violencia que afectó a la ciudad durante el auge y caída del cartel de Pablo Escobar. Con la diferencia, que Salgado toca a polo tierra con sus personajes ficcionales y hace referencias casi lejanas de la realidad, en otras palabras, no da nombres, ni menciona lugares, el emulatio de una realidad que la deja que cavile en el imaginario. Por el otro ángulo, Melanie, llega a trabajar a una empresa porque le han dado el puesto de experta en informática, donde conoce a Miguel y despierta cierta sensibilidad emocional, quizás en este punto subyace alguna debilidad en la novela, aunque en mínima medida.
En las cavernas de su ser, Melanie se ha convertido en una mónada prístina. Una plenitud interna ilumina su presencia, eclipsa las miradas lascivas de los hombres. La galantería le resulta un espejismo distante, que no encuentra eco en su alma. Durante muchos años, su naturaleza imperturbable ha cuestionado la subjetividad confiscada: la importancia de ser visible para el género masculino. Pasó por alto sus avances, sintiendo una desconcertante falta de conexión con esa forma de reconocimiento.
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Por ello, sin quitar sus méritos, Barthes, nos indica en el texto de goce y en el texto de placer, la dicotomía escribible/legible, y estructura abierta/cerrada con claridad en El placer del texto (1973); esta puesta en escena teórica de la nueva oposición, para diferenciar el efecto estético de confortabilidad de la lectura, y funcionamiento conforme de los textos tradicionales. Digamos –placer–frente al disfrute generado, por donde el placer es capaz de colmar un deseo, no es rupturista, se aviene a su cultura de referencia, es el texto confortable. En cambio, el goce, experimenta una pérdida, siente vacilar los fundamentos históricos, psicológicos, y culturales del lector.
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Digamos que esta novela la ubicamos en el primero, no, estamos equivocándonos, la novela no es rupturista en el sentido del lenguaje y de los significados, aunque si lo hace en el manejo de las técnicas narrativas, la ruptura de los planos, el cambio fugaz de narradores, y la huella implementada en los diálogos sincréticos y creíbles. Es posible que Melvin Salgado, tenga como objetivo retratar a la sociedad contemporánea con esos vejámenes que ha dejado el tema del crimen organizado, que es un mal global que nos incumbe a todos.
Llegando a la avenida, en la intercepción, salió una camioneta con seis individuos con pasamontañas y armas de alto calibre. La camioneta de inmediato se detuvo a la altura del carro de Ismael.Tres individuos bajaron del vehículo, con los rifles apuntando directamente hacia él. No tuvo tiempo a reaccionar cuando uno de ellos le gritó:
—¡Baja del carro! ¡Muévete!
Ismael trató de abrir la puerta del carro, pero estaba trabada. Paralizado, intentó gritarles, pero le faltó el aire. Vio la culata del fusil acercándose a su entrecejo, un fuerte golpe seguido de un intenso dolor en la cabeza, fue el adiós a una seguridad que había vivido por años. Después de finalizar la lectura recorrió con la mirada el vacío y la volvió a doblar con incertidumbre.
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Red, es una narración complicada en su tejido paradigmático porque nos arremete a vivir el reflejo de la realidad, nos referimos a la teoría del espejo de la novela, ibidem, réflex del suceder real, porque la globalidad de la novela ejerce esa replica de soslayar el comportamiento de algunos actores claves, que idealiza, y determinan a ciertas zonas sociales, en el caso, del personaje colectivo, el crimen organizado, no se mira como algo precedido en individuación, sino que su ontología esta definida por sus interrelaciones, por esos axones sociales, de estratos que se dispersan para crea la macroestructura de una sociedad que sufre el solapamiento del crimen tomando la ruptura de la juridicidad, irrumpiendo los poderes del estado, y eso lo notamos en el fiscal como personaje que en esencia, dilata ese poder burocrático en una máquina peligrosa de corrupción.
No podemos decir que es una novela hecha de un fragor de denuncia, al contrario, es un cuadro múltiple de comportamiento de sujetos que dominan y se apoderan de los medios de producción.
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Red, muestra las estructuras laceradas, quebradas de una sociedad viciosa, llena de lujuria, dispuesta a matar por dinero, incluso, a vigilar al que desafíe su campo de poder, eso lo sabemos en el recorrido que hacemos de la novela a través de personajes redondos, que evolucionan, cambian en su psiquis, Melanie, como personaje femenino, representa la inteligencia limpia, al igual que Miguel, eso nos indica que todavía cobra vigencia esa tendencia axiológica de la honradez y la honestidad que al final cobran la factura con la muerte. Por ello la denominada situación extratextual crea otro problema más: la influencia de la realidad en la historia que se está relatando, en cuanto la realidad juegue al mismo tiempo.
Un papel en ella. Incluso si no deseamos estudiar, como objeto de investigación independiente, las relaciones entre texto y contexto en que se supedita el asunto de la corrupción, no podemos ignorar el hecho de que el conocimiento directo e indirecto de ciertos personajes contribuye expresivamente a su significado.
En tal sentido, toda obra literaria constituye un sistema particular de expresión y de significación, es decir, un conjunto de relaciones propias y únicas entre signos, y lo social, la sociedad, los individuos son parte del engranaje que se ciñe la red como ente poderoso.
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Red es una novela realista, que se opone en vida contra la muerte, aunque en su antesala, aparecen los hilos de las marionetas moverse al son del dinero, cualquier información prohibida que revela a los autores intelectuales de los crímenes, de ejercer actos de corrupción, morirá, ese será el destino de Miguel y Melanie. Pensamos, que la novela supera a muchas novelas escritas en Honduras que han trabajado el tema de forma vaga e imprecisa, con adimentos periodísticos, con personajes llanos y chatos, como la novela “Caribean Cocaíne” de Ernesto Bondy Reyes. Veamos en ese sentido lo que expresa James, cuando “se refiere a la hostilidad del puritanismo hacia la novela, por considerarla pecaminosa, y atribuye a este hecho su disminución y escasez en la sociedad inglesa de su tiempo”. Expresaba que “La vieja superstición de que la novela es algo malo ("pecaminoso"), se ha desvanecido ya en Inglaterra; pero quedan rastros de ella en la suspicacia con que se mira cualquier historia que no admita, de una manera u otra, que sólo es una broma".
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Red, interpreta la existencia de una sociedad todavía derrotada en sus valores positivos, y que es relevada por una generación de agentes o personajes que harán de la fiscalía un mercado de abominadores de la ley, de venderse al mejor postor, pues, es una realidad cruenta, desafiante, que amerita demos un firme paso para exponer que esta novela gana la estética de una visión colectiva de personajes que mueren, la tragedia, el golpe, la inocencia marginal, la pobreza, la deslealtad, la vendimia jurídica, la bondad de la maldad, la consolidación de una red que se apacigua en un caos, y en una armonía para las clases sociales emergentes, y Melanie es una metáfora, es la sociedad latinoamericana enfrentando el flagelo del narcotráfico, lógicamente es un tema que se debe tratar con pinza y delicadeza. No obstante, esta novela la cifra en códigos a través de lo ficticio. Por otro lado, el amor, el cariño, la admiración no se quedan atrás, quizás, eso resta estética al todo:
confundida, conduce rápidamente por varias partes del edificio, buscando pistas sobre el ingeniero de sistemas: Ivanor. Lo recordaba vagamente.
—¿Qué significan esas flores?—¿Se ha convertido en mi ferviente admirador?
Por eso, para salvedad de lo anterior, proseguimos, para James, finalmente, "la única razón de ser de la novela, es que pretende representar la vida". "Es una impresión personal y directa de la vida; esto constituye su valor, que será mayor o menor dependiendo de la intensidad de la impresión" (James, 2001: 15). Esto queda anillo al dedo, en la novela Red, que es un salto más fecundo en la narrativa de Melvin Salgado. Como lo expresa Bakhtin, todas las ideologías, religión, derecho, arte, literatura, ciencia, no son más que sistemas de signos específicos que fortalecen dignamente la novela. Por ello, en el aspecto del lenguaje, no es sino el más universal de todos, lo que lo convierte en el instrumento común de la mayor parte de las ideologías, expresa con desgana Bakhtin (1978). Red, gravita, se expande, se difusa, es un texto que subyace creativo, porque maneja tópicos de carácter sociológico, su nivel de sociocrítica dentro del universo de la novela es fuerte, a veces voluble, con sus personajes anodinos, redondos, transformadores, estereotípicos, a veces, planos, a veces estáticos, con elementos sucedáneos de situaciones intimas que reducen su visión social a ciertas tramas humanas, eso le dan concordancia, coherencia entre todos los estratos narrativos, sus voces se imbrican con un narrador omnisciente que deja que el lenguaje adquiera un rango metafórico adecuado. No queremos abrir diatribas ni halagos, hay que dar al cesar lo que es del cesar y a Dios lo que es de Dios.
Ha tomado la forma novelesca para imbuir, escarbar el lado oscuro de nuestras sociedades, porque lastra interrogaciones en los personajes protagónicos que les cuesta la vida al final.
Un fiscal que mueve todas las neuronas del Estado jurídico, un fiscal que controla los hilos obesos del poder y que los conecta con habilidad tiránica con los poderosos del cartel. No deja nada atrás, todo recurso técnico es bien empleado en la novela. Red, se mueve como el efecto de un drone que lo mira todo, la mirada panóptica, que lo sabe todo, que sabe quiénes son los que saben cómo funciona la oscuridad, Red, tira su red de pescador en aguas revueltas, nadie se hace rico en agua limpia, bifurca, desenmascara, quita los velos, ningún escritor se atreve a dar con el martillo de Niesctche a la realidad cruenta, cruda, descarnada, la muerte, la droga, el trance, la tranza, el bisnes, lo ilícito, el amor, la lealtad, la traición, se unen como madeja que tejen de forma compleja esa red, que se matiza entre el estupor del poder político y la economía emergente.
Una novela indicial, no manifiesta del todo lo antes indicado, eso se refleja a través del juego tramático ficticio, para desviar de manera adecuada del elemento documental, ni del transcriptivismo. Quizás Jesús y Joaquín, sean los héroes a medias al buscar las evidencias que incriminen de forma letal al fiscal. Estos sucesos van apareciendo en efecto heurístico, en el proceso de la tarea que nos plantea Greimas. La novela contiene una acción rápida, voluble, efímera, todo pasa, nada se deja en la sedimentación de la realidad aprehendida y captada.
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Por otro lado, la supremacía de toda novela sin importar el estilo o el ismo a la que pertenece, debe soslayar el lenguaje y la técnica, en otras palabras, que el idioma, la lengua, el habla se evidencia como pragmática de las acciones del relato, para no espejear, excepto, cuando aparecen propuestas cuando tratan que el lenguaje sea un personaje como en el caso de Finnigan Wake, de James Joyce. Por eso, red, es más que todo una novela íntima y social con hilos detectivescos que afloran en el tema circunciso del crimen organizado. No es un pecadillo, el autor en otros trabajos narrativos muestra su veta en el lenguaje con construcciones de alto nivel, el caso de la poesía y los relatógrafos, sin dejar de la mano el salto bestial que hizo en 10 novelas con autoría a dúo.
Recalcamos, la propuesta de Lukács, que tiene como punto de partida su propia concepción del realismo literario y de tipicidad, lo notamos en el anclaje de Red. Al mismo tiempo Zima, “quien ha hecho una espléndida afirmación : La estética lukacsiana define como realista el texto (novelesco o cualquier otro) que represente la sociedad o una situación social como una totalidad coherente a partir de caracteres y de acciones típicas” (Zima, 1985).
Al día siguiente se encontró con Ivanor en la oficina. Estaba al otro lado de las transparentes paredes de vidrios, comprobando que los sistemas instalados funcionaran correctamente.
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Red, es una novela psicosocial en términos estrictos, porque su combustible temático, su idealización desafiante marca un punto de ebullición en esas zonas extraviadas de la sociedad, que esta petrificada en ambientes hostiles, de guerra, de sangre ofrendada al dios Midas del money. También precisamos destacar el individualismo novelesco que tiene tres aspectos importantes analizados por Watt, el nominalismo atravesado por (el empirismo) que se manifiesta en los nombres propios de los protagonistas, Melanie, Ivanor, Joaquín, que podrían destacarse por la figura de (héroes), luego la psicología, que da despegue en las distintas teorías filosóficas que acompañan la evolución novelesca, en este caso el existencialismo, y el vitalismo secular de una clase burguesa que quiere eliminar a ciertas zonas humanas que proveen de valores positivos. Por otro lado, también, “el realismo estimulado por una filosofía secularizada que se inclina, a menudo, hacia las explicaciones materialistas” según Zima (1985).
Miguel, sabía que era perseguido. Todo eso era mucho peor de lo que hubiera imaginado. Desde que el fiscal Osbel Valdemaro, su ex Suegro, se había infiltrado dentro de las altas esferas del crimen organizado, no hay duda, el plan era eliminar a todo aquel que se atreviera a desafiarlos.
Red es una novela estimulante que sus latidos atrofian el diástole de una estructura de acero llamada crimen organizado, logra moverle las articulaciones sísmicas y climatológicas hasta llegar a la caja fuerte de sus mas grandes secretos que convierten al Estado en un Leviatán de carteles que dominan y acaparan el poder en todas sus articulaciones, el cerebro social, sus lóbulos delictivos trastocan y emergen en el subterráneo de la burocracia y la ley es una tarántula que ataca al descalzo sino decide formar parte de sus piezas peligrosas del crimen “Por lo que la mejor opción para él, era dejar grabado un video donde indicaba que, si algo le sucedía a él o a su familia, el único culpable era el fiscal”.
Miguel, como la mayoría de la gente, desconocía la profundidad de conexiones de Valdemaro, con el crimen organizado, por eso estaba inseguro, más que nunca. Había pasado los últimos meses de su vida tratando de descubrir la verdad sobre Valdemaro, su ex suegro, ahora estaba en mayor peligro que antes.
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Red, es una paradoja en el inscriptium subliminal de una sociedad que es abarcadora de todos los estratos sociales cómplices de la maldad, no hay nadie que se salve, todos estamos involucrados en el crimen, aunque sea de forma indirecta e inocente.
Tenemos que bailar al ton y son de las organizaciones que sostienen esos andamios. La iglesia nos enseña a callar, la escuela nos lleva al aprendizaje de respetar todo, sea malo o bueno, ver y no tocar, ver y no hablar, escuchar y no opinar, y se escucha hay que desaparecer, el poder actúa primero como en un efecto de hombre invisible, down table, Melanie, es una Latinoamérica, cargada de dolor hasta el tuétano, no quiere callar, quiere gritar, revelar lo que sabe, denunciarlo, sabe a cabalidad que hacerlo, es excavar su propia tumba, porque los jueces y los policías, forman parte del engranaje teñido, pintado por el poder del cartel, poder omnímodo, que dicta sus propias reglas, por eso esta novela Red, refleja la anatomía de una época donde no valemos nada, si estamos contra el contaminado sistema. Tanto Joaquín como Miguel, lastran su mundo diminuto ante el monstruo que tenemos de frente, no nos damos cuenta, la conciencia esta inyectada de analgésicos ideológicos, creemos que hacer lo correcto, es una ética todavía no vigente, aunque la novela, no dice en su profundidad, que el malo no triunfa aun, así, sea millonario, funcionario, que todo eso es pasajero, el viejo dilema, de que el bueno siempre gana, aunque por otro lado, el mal es el ganador del grand Prix de toda la sociedad, perdón suciedad, esa es la Red, la sociedad convertida en suciedad.
Según Goldman, “tanto en la realidad como en la novela, los valores auténticos están implícitos, pues no son perceptibles a simple vista en un universo dominado por el valor de cambio al que están orientados la mayoría de los individuos no problemáticos”.
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Aunque exista una evidencia concreta el personaje deja testimonio para hundir al fiscal, sabemos por entero, que eso no va a suceder, porque el dinero, el poder político y la justicia está a favor del débil. Red es la biografía del fracaso de una sociedad que no sabemos si es latinoamericana, asiática u europea. Por ello, Marc Angenot lo define del siguiente modo: ...todo lo que se dice y se escribe en un estado de sociedad; todo lo que se imprime, todo lo que se habla públicamente o se representa hoy en día en los medios . Todo lo que se narra y se argumenta, si se parte de que narrar y argumentar son los dos grandes modos de la puesta en discurso.
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La torre de Babel de las autopistas virtuales, el flujo de Wall Street donde la cocaína es el producto que compite con el café y el petróleo. Las redes de poder de los iluminti, los gremios petroleros de los árabes, el poder de los tigres coreanos, el peso pesado de los nipones, los carteles mexicanos, la casa blanca y sus cuentos de guerra y paz. La DEA con sus fáciles y baratos teatros de extradiciones, los nuevos ricos, que fueron pobres ayer. Melanie vino de la zona rural hasta llegar al área urbana, los latinoamericanos nos vamos mojados a USA. Los jueces ganan mejor con el prevaricato, vender drugs es la economía que sustenta miles de familia, lavar dinero es hoy un trabajo que produce maquilas, bancos, medios de comunicación. Red, de una forma letal, de forma insinuada nos lleva a entenderlo de esta manera.
Capítulo dos
Melanie es una hermosa joven con una sonrisa brillante y plena confianza que la hizo establecerse en la ciudad. Con cabello castaño oscuro y ojos marrones, Melanie tiene un encanto natural que la hace destacar entre la multitud. De origen humilde, Melanie decidió dejar su hogar para dedicarse a sus estudios, abandonando la seguridad y estabilidad que sus padres le habían brindado. Sabía que sólo saliendo de ese pequeño pueblo podría alcanzar las metas en la vida y cumplir sus sueños.
Los sueños de Melanie, es la visión holótica de todos los que pensamos que vamos a vivir en paz, preparados con un estado de bienestar. No es más que una utopía, una ilusión romántica, si alguien no se decide por lo incorrecto no va a llegar a escalar o tener una movilidad social. Red, acapara el silencio, nos dice que callemos, que tengamos el cuidado de hablar, pensar y hacer. Eso lo notamos en el enunciado siguiente:
— ¿Héctor?
—¿Estás esperando a alguien más?
—¿Qué deseas?
—Dije que devolverías el dinero, ¿no?
— Ya dije que te lo daré. Héctor sonrió y se burló.
—Espero que estés diciendo la verdad, porque si no cumples tu palabra tendrás que pagar por ello.
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Red, es una novela que contiene nebulosas, elementos mistéricos, componentes enigmáticos que nos dejan en el suspenso, que papel juega Melanie, ¿por qué Miguel fracasa?, ¿por qué el fiscal tiene todo el poder?
Incluso con el frío, el rostro de Ivanor estaba manchado de sudor. No podía permitir que Héctor revelara su otro lado. Intentó mantener la calma, mientras pensaba en una salida.
Aunque la novela, se aproxima al Grado Cero, en general, las connotaciones divergentes en una denotación más cercana al habla. Según Barthes, el grado cero de la escritura es la escritura neutra, hipoconnotada, que se sitúa lo más cerca posible de la significación denotativa –para alejarse de la ambigüedad. Aunque no estamos afirmando que sea un texto científico, o un testimonio, la novela tiene un dispositivo metafórico, una retórica que nos da vueltas de tuerca, que nos lleva al goce estético, una escritura suave, tierna, legible, complicada a veces, tiene un nivel que sobrepasa a la novela corta escrita por autores en ciernes en Honduras.
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Por eso Red, cumple a cabalidad todos los rasgos literarios que debe contener una novela en la época contemporánea. Porque contiene una la lógica secuencial expuesta por Bremond y Todorov, que es susceptible, en su organización compleja, de explicarse mediante esta relación de encadenamientos están apegados a la hipotaxis que rige el enlace de toda la novela como un tejido que aflora delicado, una escritura afable, digna de leerse. Red, constituye la caja de pandora extraviada en nuestros sentidos, el caballo de troya social que ha obtenido el crimen organizado y que ahora no es más que una Red, ennegrecida de terror, sangre, muerte, y por qué no decir, la Red que domina al Estado, y a todos, desde lo que expresa Saulo de Tarso en 1 Timoteo 6:10 Reina-Valera (1960) “porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”. Bien vale esta novela su tiempo, el de la lectura, límpida, suave y frágil con un tema de súbito peligroso, con técnicas posmodernas, salto de planos, retrospecciones, analepsis, flashes, leif motives, ralentis, aceleraciones, embragues, caja china y toda una policromía de recursos que elevan a la novela a un buen rango literario narrativo.
Miguel nunca imaginó que el trabajo legal lo acercaría tan peligrosamente al amor de su vida. Siempre lo había sido, el honorable escalafón—posición como juez no fue casualidad y tuvo que usarlo para tapar su conciencia hundida. Tan pronto como vio sus ojos, supo que todo en el mundo era diferente. Susan era hija del fiscal Valdemaro. Ella acababa de terminar. Tenía un hermoso cabello negro, una voz melodiosa y una leve sonrisa. Una belleza incomparable. Él no resistió la tentación e hizo cosas extremas por ella, con suma caballerosidad, sin intención de dar marcha atrás.
[1] (Castells, 2005, pp. 550-551).
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