La novela realista de Argentina Díaz Lozano

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Según el estado del arte, hemos revisado un estudio de tesis de Mayron Ávila  en el (2010): “entre las mujeres escritoras Argentina Díaz Lozano fue la más prolífica en lo que a producción literaria se refiere, toda vez (…) p.23”. 

Peregrinaje, acota como una de las novelas de mayor logro estético. La linealidad, es una de las características notables y comunes en la novela realista. Es la posición narrativa, seres de carne y hueso, subrayados en el sufrimiento, ante un modo que descolla ante los embates políticos y sociales. La autora, retrata la ciudad, las gentes, las luchas armadas, a través de punto de vistas subjetivos y objetivos que enriquecen el fondo de la novela. ― En Guatemala –país donde Díaz Lozano publicó la mayor parte de su obra– mi investigación resultó en un total de treinta y cinco títulos de novelas publicados por mujeres entre 1938 (Semilla de mostaza, de Elisa Hall) y 1999 (En la floresta no había flores, de María del Carmen Escobar); de manera que las novelas de Díaz Lozano constituyen una tercera parte de este total nacional en el siglo XX.p.23

Peregrinaje, nos hace constar de la habilidad narrativa, el recuadro histórico, la ambivalencia sociológica, y el engranaje de personajes que difieren de un sufrimiento humano. Aunque encontremos la historia de Honduras, sosegada, pertinente en las bisagras textuales, hay un acontecer que vibra en denuedo, entre lo literario y lo denotativo. A través de la denuncia, aflora, en el interior, el carácter periodístico no en el sentido semántico, sino en el paradigma, en la osadía del contenido.

 En la novela: Peregrinaje que ganó un premio en 1943 y en razón de ello fue publicada en 1944. En esta describe –a través de su personaje Elena– dos revoluciones ocurridas en Honduras.  La  segunda  revolución  que  observa  Elena  en  1924,  cuando  ya  tiene  14  años,  es  también protagonizada por el general Rafael López Gutiérrez pero en sentido inverso: no se trata de que él asalte el poder sino que se defienda de los conservadores que tratan de arrebatárselo por medio de Tiburcio Carías Andino (1876-1969) que actuaba como jefe de facción y ―era uno de los personajes más sombríos de la política centroamericana (página 216).

 Díaz Lozano por medio de Elena relata en esta novela un rasgo autobiográfico: ―Desde entonces, el sombrío jefe de aquella revolución, me hizo sufrir. No me imaginaba que muchos años después sería causa de mis mayores amarguras y angustias. (página 223).

Carías es el mismo que posteriormente actuaría como fiel servidor de los intereses de la UFCo y que gobernaría Honduras con mano cruel y sanguinaria, de 1932 a 1949. La puntual anacronía, despista y soslaya una forma estética, de representar y tratar ámbitos históricos que convalidan su militancia como periodista y escritora contra la dictadura de Carias Andino (1932-1949).

Lo dejó relatado en su novela Peregrinaje cuando por medio de su personaje Elena señala que en 1919 y 1924 ocurrieron dos revoluciones en Honduras. La segunda que observa Elena de 14 años, es acuerpada por el general Tiburcio Carías quien ―era uno de los personajes más sombríos de la política centroamericana‖ (página 216).

―Desde entonces, el sombrío jefe de aquella revolución, me hizo sufrir. No me imaginaba que muchos años después sería causa de mis mayores amarguras y angustias. (página 223). Díaz Lozano, Argentina; Peregrinaje. Op. Cit., páginas 216 y 223.

Las novelas de Argentina Diaz Lozano,―se encumbran en un cuadro pictórico de pincelazos históricos-políticos. Donde lo humano trasciende el dolor con aliento de rasgos modernistas y romancistas .Aun, así no le restan valoración estética a toda su obra literaria en conjunto, porque es resultado fenomenológico de una época. En Caobas y Orquídeas. Donde  Umaña expresa (1993): El clásico conflicto de la esposa y el marido y la otra. Con un punto de vista uniforme, homogéneo, trivial con una secuencia narrativa lineal abarcadora del nudo y el desenlace.

 Personajes comunes y corrientes, el doctor, el militar y el religioso, que son fundamentales en toda su narrativa. En la novela :La ciudad Errante) (1983) Umaña nos expresa de forma singular: Guatemala, idealiza situaciones, el español, el indígena en la conquista.

También sobresalen personajes como Miguel Céspedes y Arriola. Podríamos considerar la simbiosis antropológica e histórica del tratamiento que hace de los temas en la estructura interna de las novelas.  León Gómez (1998) fue editada en 1944, narración autobiográfica ambientada en Honduras de la mitad de la centuria con un estilo lineal. Contiene un estilo costumbrista porque al mismo tiempo trata de una maestra  del pueblo y de su hijo.

 Hay descripción con matices románticos e idealizados propio de los años de principios del siglo XX.

 En Mayapán (1950) novela de tendencia histórica, según Umaña (2002): Plantea el choque de culturas en el periodo inicial de la conquista, tomada de Bernal Diaz del Castillo, fenómeno de mestizaje, perspectiva histórica, esquema lineal y enfoca la conquista como un mal necesario, aunque no hay exploración psicológica y todavía permanece el lastre romántico.

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