Cápsulas literarias
EL REPORTERO LITERARIO
Parte 1
Oscar Sierra Pandolfi
Escritos sobre el amanecer (1989) de Livio Ramírez Lozano: poemas facilones, rápidos, con estilo pretensioso, sublime a la vez, con un fondo lúcido, aunque la dimensión formal carece de aciertos estéticos. Livio, nunca ha sido poeta, le han dado atol con el dedo, ya que el respectivo poemario presume junto a sus fallas, y enmascaramientos nerudianos. A 712(2019) de Rommel Martínez, es una propuesta innovadora: ruptura del lenguaje en todos sus niveles, tanto en el nivel alegórico y el lenguaje coloquial, simbiosis que contribuyen a formar un abanico de posibles aportes, aunque la influencia marcada de Charles William Charles y de Cumming. Un viaje de Odiseo posmoderno, da un lance de dados en la transformación contemporánea de la poesía hondureña.
Días de la palabra(2006) de Galel Cárdenas. Es uno de los poemarios del autor de menor fuerza estética-literaria. Presenta redundancias, fallas sintácticas y abusos repetitivos. El trafago diarreico verbal, el tradicionalismo chato. Galel Cárdenas, no muestra sus potencialidades estilísticas en el manejo de los recursos retóricos, más amparados al pasado literario. Huellas de Jaguar(2012) de Edilberto Borjas-Guzmán. Textos emparentados y parecidos a las estampas locales, paisajismo exacerbado, y costumbrismo desmesurado. La temática sobre el general Francisco Morazán, le dan un tinte didáctico y muy sobrio. Sin embargo, el libro presenta tramas esquemáticas, superficiales y artificiosas. Con un diseño lineal que lo hacen permanecer en el tradicionalismo. No aporta técnicamente, hay que considerar su exclusión del contexto de la literatura hondureña.
En las tejas del aire (2019) de Gustavo Chávez. Es un texto fácil, burdo, redundante, superficial y vacío. Con tono declamativo y exclamativo. Un estilo ogro y agrio. El señor Chávez, no logró acertar poéticamente. Fallas metafóricas, adulteraciones léxicas, carencia en el lenguaje, tono ostentoso muy lanzado a lo romanticoide. Lastrado por un estilete gastado y menguado. Abuso de adjetivaciones que le restan fuerza a la globalidad del poema. Las deficiencias y desaciertos q campean ameritan no considerarlo poeta.
Martes como toda la vida(2016) de Denise Vargas. De inmediato, los poemas caen en lo ya escrito por otros poetas latinoamericanos como Jaime Sabines. Primero la densidad se aminora y se pierde. Los poemas largos y lacónicos, se intervalan con deficiencias entre imágenes de pensamiento y semánticas. Aunque su visión existencialista redunda. Nos parece que faltó trabajo de poda y antípodas a nivel formal. Poemas que no cuajan, con una factura cuarteada de flojedad, ataviada por la falta de contención prosaica y una decadencia gramatical a nivel poético. Aburrimiento que soslaya en la primera lectura y sin visualizar la novedad que pretende desde el inicio.
Fiebre sin fin(1998) de Galel Cárdenas. Es un relato con pretensión novelística. Al acudir a una diversidad de metodologías de crítica literaria, sea estructuralista o fenomenológica. Nos encontramos con fallas enormes en la estructura interna del relato. Primero, la pretenciosa pseudopsicología del aficionado sobre el fenómeno social del deporte balompédico. El autor, abusa de algunas repeticiones, sin dar mano al relato iterativo, desploma un abuso del lenguaje del fut. No es una novela, a pesar de las rupturas temporales, inquiere en el abuso del lastre poético. Relato superficial, artificioso con personajes chatos, planos y deficientes en sus actos de habla. Flojo en los planos espaciales-cronotópicos, redunda en actancialidades burdas y lineales. Salir del cuerpo(2021) de Néstor Ulloa. Es un texto de intención poética. Se alarga en muchas implicaciones metafóricas débiles y reiterativas. Abuso de queísmos. No obstante, presenta una forma novedosa de trata el tema queer en la literatura hondureña. Aunque el poder evocativo deslinda el fondo, y cae en lo abocetado del cliché. Deja mucho que desear en la forma estilística, aunque hay algunas reticencias muy propias del poeta Roberto Sosa. Eso no le quita los escasos méritos.
Las virtudes de Onán(2008) de Mario Gallardo. En el texto narrativo de Bolaño, Lima, habla, toma la voz narrativa, en cambio, Gallardo, en segunda persona pone en boca del personaje la alusión de que es amigo de Lima. Es una oposición de índole estética, para maniobrar en la diferenciación, y no subrayar el parecido u homología con el relato de Bolaño. Porque el mismo Gallardo recurre a la desconstrucción lingüística , y al neologismo, para absorber con mala fortuna los laberintos creativos del autor chileno, traspasando la superficie y buceando la conciencia del personaje Lima.
Una cierta nostalgia de María Eugenia Ramos. Aunque Ramos acierta al colocar a nivel latinoamericano el cuento hondureño, eso precisa que refleja conciencia narrativa, que nada lo ha escrito al azar. Debajo de los pliegues del texto se disemina con amplitud imaginativa el talante ideológico y el salto histórico, como ingredientes inclusivos en los cuentos “El vuelo del abejorro”, “Para elegir la muerte” y “Domingo por la noche”. Quizás, no estaría de acuerdo con Rolla ni con Arita, al argumentar sobre la sobriedad e intensidad en los cuentos de Ramos. Al contrario, contienen debilidades, porque se remite al empleo todavía de técnicas que pasaron de inmediato al desfase, claro está, que en la temática nos ubica en el plano latinoamericano, contrario, técnicamente, se entromete en la linealidad.
Atta y otros cuentos(1996) de Rony Bonilla. En el cuento “El Pez” difieren de la extracción implícita de recursos literarios de la novela de Ernest Hemingway; un una especie de matices que van transmutándose, va transformando el texto narrativo en otro efecto; hacia componentes de mucha influencia ; me refiero a influencias marcadas, de alguna forma el contexto en que se mueven los personajes es la cotidianeidad marcada por signos del absurdo en el cuento el “Pez” , donde el argumento lleva la misma partitura rítmica, Sebastián Méndez decide ir de pesca su lucha contra el pez, al igual que “El Viejo y el mar” el anciano se afronta al pez, ambas narraciones, se mueven en el mismo punto traumático; también el despliegue lingüístico que extrae a gran magnitud del escritor norteamericano; con el recurso de ciertas alusiones o de un tratamiento literario que le imprime la problemática de la miseria humana ; desde dimensiones sociales, culturales y políticas; en este cuento demuestra una dosis precisa de copismo o plagio , sin obviar el grado de crueldad en la que se emerge en que la historia interna del cuento está muy asimilada al personaje principal de la novela “El Viejo y el mar” Santiago, de tendencia psico-existencialista . Por lo tanto, explicado lo anterior; Los personajes de “El Pez” sufren un proceso de tormento y de tortura psicológica, y al final el autor logra maniobrar el final del relato con un efecto sorpresivo, eso le da un acierto preciso estético, aunque se le resta méritos por tener una similitud metafórica y narrativa; podría llamarse “Simulación o simulacro literario” que lógicamente está emparentado teóricamente al plagio.
Vida Menor de Nery Alexis Gaitán. Al igual Vida Menor es el trafago psico existencial de la niñez expuesta a la vulnerabilidad contextual y maniática de adultos manifiestos de crueldad y aporías convergidas de astucia y maltrato. Considero que el tratamiento del tema sobre los niños de las calles, se manifiesta novedoso, en el nivel técnico, los personajes están percatados de una propiedad descriptiva, flexibilidad emocional y la trama psicológica enrevesada de mucha fuerza estética. No solo se trata de representar y de interpretar por medio de signos situaciones cotidianas que se viven a diario en la periferias y favelas de los grandes orbes. Lo que implica que agudiza, traspone los planos y hace que el tema sea trascendental.
Reloj de Arena(1990) de Nery Alexis Gaitán, tremendamente estética, por su filial forma de emplear recursos muy de moda en el estilo del siglo XXI, la fugacidad, la fragmentariedad, la ramificación ontológica y el juego del tiempo como tema.
No obstante, no quiero preguntar, dejándome llevar por ciertas disipaciones metafísicas, que en verdad soslayan el problema del “Ser”, porque si en realidad nos compete estudiar el alma, el espíritu, lo angelical, lo divino y lo sagrado como epitomes ocultos en las bisagras de cada texto narrativo. Longino Becerra escribe los relatos que se adjuntan en La guerra de las oropéndolas (1989). Cuentos caracterizados por un realismo patético, directo, con deficiencias en el lenguaje, con el soporte de la narrativa tradicional, viraje en el contexto social, y político, de la guerra fría, particularmente, una estética combatiente, en donde quedan bien las definiciones de Goldman y Lukács, sobre el papel que debe jugar el escritor antes los embates cuarteados por el imperio capitalista.
La balada del herido pájaro de Julio Escoto. Lo esencial que apunta su narrativa va hacia un camino de ruptura de la estructura interna y externa, siempre de forma prudente, con algunos temores en el medio literario. Es reconocible la intencionalidad que apuntala a sobrevivir y marcar una frontera estética entre lo tradicional y los escollos vanguardistas tardíos. No obstante, Escoto, en ambos libros de cuentos antes referenciados sostendrá una búsqueda existencial en el arduo conductor temático del ser humano encaminado a su vía cultural e identidad. Excepto , Guerreros de Hibueras, que se queda varado en el relato rural y en temas comunes como son las guerras civiles aunadas a principios del siglo XX. Aunque estilísticamente, bien logrado por la sobriedad sintáctica y la construcción de personajes absorbidos por las ligaduras históricas y conllevados al imaginario ficticio. Infortunios de Manuel Ayes Callejas. Cuentos planos, chatos, dúctiles en algunas veces, lineales, cundido de muletillas, historias con olor a burguesía y a perfume de viejas encopetadas. Burdas historias de amor, típico de los culebrones. En la cuestión formal, el lenguaje es básico. Con un buen empleo de las reglas ortográficas. Repetición adverbial.Cuentos que no cuajan en esencia y profundidad. Diálogos mal planteados, con embragues débiles. Abuso de las descripciones, y el soslayamiento de personajes guisos, planos y sin vida. La historia de cada cuento esta tirada al azar al vago automatismo. Falta trabajo de poda, de equilibrio sintagmático. Estampas personales, que nos dejan en verdad en el infortunio. Virus del olvido(2011) de Galel Cárdenas. Narraciones fabulescas pecaminosas que pecan de soberbias y se diseminan en un portentoso abuso del lenguaje. Es mas que una pretensión que no cuajó ni bregó en el acierto. Existe de alguna manera, la emulación a Samaniego, y a Esopo.
Las fallas comunes, el afán didáctico, que le resta pormenorizadamente méritos literarios, y el conflicto tradicional que se sostiene desde sus precursores. Un remedo que no se asoma a la mimesis. Historias de animales que de alguna manera encierran buenas enseñanzas morales, y ello, nos lleva a pensar que se trata de una mala reescritura facilista del respectivo libro.
Donde las luciérnagas no brillan (2019) de Martin Portillo. Es una novela que logra un exacto y preciso mesurado planteamiento dramático en una historia sobre una familia que compra una casa en el área rural. Donde es poseída por situaciones paranormales y satánicas. A simple vista nos remitimos al abuso desplomado de intertextualidades que nos traen nítidas imágenes del cine de terror, lo cual les resta originalidad a las secuencias narrativas. Los diálogos muy propios de los culebrones. Pobreza léxica semántica. Las repeticiones y muletillas también asumen quitarle la calidad literaria. Aligeramiento narratológico. Un buen remate en el final. El tono de sorpresa bastante puntual. Una novela imbricada como fast food, cae en el bodrio, el cual no merece más tiempo para otras lecturas. Convertida en pastiche y culebrón.
Futbol de la risa (2019) de Daniel Callejas. Es una noveleta que subyace imbricada en una diversidad de fallas estructurales y formales. Aparentemente, el elemento narrativo presume plantearse de forma novedosa. Sin embargo, aflora un didactismo, y la linealidad que se entronca sutil, al mismo tiempo, tiene sus flashes logrados. El lenguaje balompédico, esta tirado como quien escribe un manual para adiestrar entrenadores, tiene que ver con el oficio de pedagogo del autor. Ciertos visos romanticoides. La novela se queda como un bodrio más en la escasa producción de obras de calidad literaria en Honduras.
Ese verde Esplendor(2007) de Felipe Rivera Burgos. En una lectura primera, la voz de Neruda. Aparte de las lecturas sonsacadas de Nicolas Guillén. No presenta nada innovador y redunda en algunas imágenes que aparentan tener calidad estética. Algunas construcciones metafóricas se orientan más a las figuras léxicas para llegar a las catáforas y a la endíadis. Un gajo de poemas, que traslucen sin novedad ninguna. Aunque si se manifiesta la vocación de poeta sin poemas.
Geometría elemental de Denis Ávila. Es un proyecto antológico poético. Muy personal. Halagador para el autor y decepcionante para los lectores que somos avispados en situaciones de lectura. Para mí, encuentro elementos gráficos tipográficos que eran propio de poetas como Vicente Huidobro y Osvaldo Lamborghini, solo para citar algunos casos. Creo que Denis Ávila, pierde el aura poética, se queda en el artificio,
Encontramos emociones, en los pliegues del texto poético, más de cariz filosófico, y de especulación existencial. Sextos de Lluvia de Fabricio Estrada (1998) , en este sentido , mantiene un devenir, es un devenir que va de la plenitud a la nulidad. En otras palabras, el autor quiso plasmar su propia cosmovisión personal sobre el mundo de las cosas que le rodean. Aunque podemos balancear que el poeta en sus obras posteriores logra madurar tardíamente en el manejo del lenguaje, y en las variaciones estilísticas.
El prodigio de los Príncipes (2008) de Oscar Amaya Armijo. El texto es poliperpectivo, dinamiza un entrecruce irónico de acontecimientos diegéticos. Cada cuento, es visto desde una ventana onírica con el manejo complejo de las catálisis e indicios , y la exactitud de una semiosfera estética de imaginación ocurrente, y donde se desdobla lo mágico-maravilloso, sic, en un enunciado paradójico, eso origina un contexto universal, para sinexar mundos paradójicos de modo subjetivo.
Tierras adentro (1985) de Samuel Villeda Arita. Un poemario que marcó un punto de inflexión en la poesía hondureña en los años “80” y que fue desplazado por el canon generacional. Brevísimos, esenciales, profundos, con una forma sintáctica precisa, puntual y exacta. El regateo metafórico soslaya en una visión filosófico-social. Oportunamente fue una obra poética abandonada por la crítica de manera injusta. Nunca entres por Miamide Roberto Quesada. Una obra narrativa que contiene un equilibrio sosegado, estilo en ruptura, temática abarcadora de lo universal, cuando trabaja de forma artísticamente el asunto de la inmigración . La obra novelesca de Quesada, contiene una polifonía bajtineana. Variedad lingüística, y trabajo técnico mesurado. Aunque a veces los personajes no se desarrollan psicológicamente a cabalidad.
El mal de la rosa (1997) de José Ortega. Un poemario dimensionado en una profundidad íntima, preocupado existencialmente por asuntos muy humanos. Ortega, prefiere el verso lacónico, atraviesa con mucha fuerza el verso ponderado, aunque con algunas debilidades que viene a superar en sus poemarios posteriores. No obstante, Ortega, mantiene conciencia literaria y trabaja los temas universales que han bestializado al mundo. Sosegado, con algunas estructuras frásticas que debieron ser objeto de reposo y de poda. Muy bueno, para ser la primer opera de José Ortega.
II PARTE
Cápsulas literarias
Tribuna cultural
Los días y los muertos de Giovani Rodríguez. Una novela que redunda en un prosaísmo común y corriente. Personajes básicos, raquíticos, esquemáticos, planos y chatos. Novela que se encasilla en las novelas que los brasileños llaman de cordel o de la chanchada. Las fallas en el manejo empobrecido del lenguaje. La extremitud de redundancias, y abuso de campos isotópicos. Cantos y rugidos de pájaros de Alberto Destephen. Es el primer texto poético que trata el tema político en tres dimensiones: ambigüedad, alegoría y retoricas acertada. Sin caer en el pastiche, ni en la pancarta. Un trabajo minucioso de logro estético. Lastimosamente, no fue considerado por los críticos. Poemas del cariato de José Gonzales. La construcción poética, tiene algo en particular, el tono narrativo y el manejo preciso de la ironía. Aunado, a ello, el tratamiento histórico de una época de oscurantismo en Honduras. El acento biográfico, el dato histórico introducido con audacia y astucia. Es una obra que se convierte en un referente de la poesía hondureña del siglo XX. Diezmos de Olancho de Medardo Mejía. Reunión de una variedad de obras dramatúrgicas: Cinchonero, la Ahorcancina y los Diezmos. Una de las características , es que focaliza acontecimientos históricos de Honduras al final del siglo XIX en el gobierno de José María Medina como presidente. Técnicamente, la obra es incompetente para la puesta en escena. Abuso retórico verbal de los parlamentos, fallas en las didascalias. Una dramaturgia más orientada a la narraturgia. Medardo Mejía, empleó el arte dramatúrgico teatral como un medio para manifestar los renglones torcidos de la historia de Honduras, sin ninguna intención de ser dramaturgo, mas que un historiador de métodos pasados de moda, aunados al historicismo marxista. 7 muecas de Candelario Reyes. Piezas que intentan ser dramaturgia. Trabajos abocetados, con problemas de caracterización en los personajes. Un paisaje bucólico. Falta de una fuerza en las acotaciones. Un reflejo costumbrista de dramillas con fallas profundas. Aunque si logra imprimir el folklorismo y lo telúrico. Un posible teatro de tendencia campesina. Rey Albor Madrugada de Julio Escoto. Novela rizomática. Integrada de ficcionalidad, historia e imaginación. Un opus maremágnum narrativa, que se superpone a la escasa producción novelística de Honduras. A pesar de algunas influencias que se mantienen muy asomadas a ciertos autores que hago alusión en mi libro Plagiasis. En el lenguaje, trasluce una riqueza narrativa y poética. Es un verdadero retrato de la historia de Honduras, contada de forma estética y literaria. Además de ser la primera novela que emplea recursos cibernéticos según Seymour Menton.
Montaña de sol de Israel Serrano. Es una obra poética que se sostiene en un manejo enriquecido del lenguaje a nivel neobarroco. Construcciones metafóricas de mucho aliento de autenticidad. Mucho talento imaginativo, condensación filosófico- teológico. Un texto literario, que no se le ha hecho justicia. Marca un estilete particular y profundo.
Afinidades de Hernán Antonio Bermúdez. Artículos que de alguna manera se alejan de la construcción ensayística. En vez de contener magnitud teórica, soleva la leva en el halago a poetas como Roberto Sosa. Es un cuadro impresionista de comentarios que carecen de un marco epistémico. Interpretaciones que se asoman al viejo canon del análisis lineal. Nada novedoso en la hermenéutica. Contienen un tono sosegado y equilibrado para ser periodísticos. Un lenguaje florido que atraviesa la subjetividad y se aparta de la cientificidad de identificar los verdaderos componentes de la obra literaria que estudia. El tango de las hormigas de José Armando Ramos. El poeta acude a las palabras para traslapar significados en una especie de réquiem, de auspicium; escenarios de los recuerdos que no mueren, que se mantienen indelebles, que se perfilan eternos. El poeta con su fineza, con su estilo depurado, con su style, busca aprehender cada ser, cada objeto sin trastocarlo, con delicada certeza de emergernos en un mundo de ataraxia, de tranquilidad. Por eso la figura de los pájaros, el sabor a tierra, a lodo, a flor del camino, el canto de la cigarra, el recuerdo del café de la abuela, la hamaca danzando en el rostro del viento, la quebrada con su silencioso murmullo.
La absolución del Circuito de los Cuatro Jinetes de Elvin Munguía. Es una novela corta. Consideramos, que tienes sus particularidades. Se emerge en un rotundo psico existencialismo en los personajes, la fuerza poética, el tratamiento del tema muy preciso, que se desliza en la trama con una somera digéresis. Además, de un sello muy personal en el style. A pesar de la brevedad, la novela, profundiza humanamente en asuntos que nos competen como seres problemáticos y conflictivos. No es una novela que le sobra y que le falta. Alcanzar la brevedad es una cualidad que no todo talentoso escritor lo ha logrado. Munguía, sabe sus malabares con el lenguaje y en cuestiones técnicas, peca de ser sencillo, pero, aflora cambios de narradores.
El avión de papel de Rubén Berrios. Relatos para público infantil. Rezumados en una imaginación perfecta. El atavío lúdico. Cada relato imbrica un alto grado de imaginación. El juego mágico que compenetra a través de un lenguaje límpido y transparente. Brevísimos, juguetones, muy apegados al contexto en que nos desenvolvemos.
Karma Fiodor de Oscar Deigonet López. Cuentos que aciertan en la calidez del lenguaje y en la epifanía del final. Aunque, padece y adolece de algunos puntos: los textos al final del libro, se emparentan más a la forma poética, que al cuento. Al menos que se trate de una simbiosis literaria, que podría catalogarse como algo que se ha hecho en el ámbito de la literatura hispanoamericana. Nada novedoso. Los cuadros costumbristas que salen a la superficie textual y en oposición a otros cuentos que de alguna manera no se le niegan sus méritos, que marcan un existencialismo, muy universal. Creemos que Deigonet, no esperó el reposo del buen vino, lo añejado siempre supura un buen sabor.
Alcaraván que se duerme de Cesar Lazo. Una novela que premedita el escareo poético. La ligadura ideológica, flota. Con temas desfasados. Con tintes de testinovela, podría ser acertada. Deficiencias estilísticas, y problemas en la demarcación narratoria. Sin embargo, tiene el fragor de las buenas tramas, unido lo íntimo-individual con el dolor colectivo. Aunque no sopesa el plano estético con el sociolecto. Hay hendiduras que sobrepasan la pancarta. Debió hacer un trabajo de orfebre, y esperar la quietud del reposo.
Zona viva de Galel Cárdenas. Un relato que va sometido bajo la sombra de Trópico de Cáncer de H. Miller. La trama va comedida al existencialismo que sopesa con respecto a la temática de la guerra fría en los 80. El fracaso del ser humano, del ciudadano. De forma somera, la novela, no amerita considerarla novedosa. No obstante, es una novela común y corriente.
Seña del abismo de Manuel de Jesús Pineda. Es una novela corta, que contiene varias cualidades: el lenguaje coloquial es lúcido, atractivo, jodión. Lo otro, es la alternancia técnica, la ironía, y el manejo preciso de la trama. Aunque los personajes, se mueven en su caracterización estilo Pedro Páramo. No tienen rostro. El conjuro de voces que se diseminan en los agujeros del texto novelesco. Nos parece una novela acertada, nítida, y entretenida.
Hechos necios que acusáis de Armando García. Uno de los aciertos es el relato que funciona como ensayo irónico y burlesco de la misma teoría literaria. Aunque se desconecta del resto de los relatos que continúan. Están sopesados en el estampismo, en historias llanas, esquemáticas, artificiosas. Con un manejo acertado del lenguaje coloquial, aunque con algunas repeticiones. Cae en el boceto, el folk, el estampismo. Es bueno el tono de humor, aunque no nos resulta novedoso. Podria aquilatarse en el mismo nivel de Teófilo Trejo con sus perras.
Prisión verde de Ramón Amaya Amador. Es un intento novelesco de un realismo abrupto. Necesario para las teorías marxistas, donde la obra se convierte en vehículo del sociolecto. El descriptivismo abusado, personajes que no evolucionan psicológicamente, se quedan estáticos. Un relato que no tiene la magnitud para ser considerada novela, aunque funciona como documento histórico y sociológico porque capta una época clave de la explotación de las compañías bananeras contra el movimiento campesino de mediados del siglo XX . Lenguaje básico, lineal, trama emparejada la trivialidad, sosegado en la lucha de clases en donde el autor convierte a la literatura en fin ideológico. Un relato fracasado, que no tiene méritos literarios.
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