UN PATIENT, ELEVADO A LA ESCALA RICHTER/relatografo/ Oscar Sierra Pandolfi

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El reportro(2)xx


UN PATIENT, ELEVADO A LA ESCALA RICHTER

Un patient, elevado a la escala Richter de la enojura, se puso a insultar a la encargada de la otra sucursal clínica del doctor pluscuamperfecto y de otras personas.

 Incluso, tiró balas verbales contra el país de Jonduras. Huele mejor que el sobaco de Cocó Chanel. Sos una puta, que llorás más que una magdalena con conjuntivitis. Mojás menos que el Papa. En este país de shit, son más rigurosos que en el jardín de infan-tes de Kung-Fu. Y esa vieja que está ahí sentada en el último asiento pullman.

Te mirás más al espejo que la madrastra de Blanca-nieves.

Melalissa, te movés más que un actor porno. Juliana, te movés más que el tampax de una renga. Vos Kelin Teresa, te movés más que un emulador de Pentium Pro para Spectrum. Mi prima te movés menos que un ojo de cristal. Mi tía Dólar, se mueve menos que las pestañas de la Gioconda calcada. La vieja puta vecina que tiene la pulpería frente a mi casa, tiene la lengua tan grande, tan grande, que en vez de frenillo, tiene unos alicates. El rollo, que tiene más alegría de vivir que el árbol de Coca-Cola en navidad. El marido posee más arte que el felpudo de la Capilla Sixtina. Al otro lado de la cuadra, la cipota aquella, la maje que tiene caminado de gata en celo, tiene más fans que Chita en el Planeta de los Simios cuando sale en Tiktok.

   La otra puta vecina, tiene una vagina que es más ancha que las huellas dactilares del Capitán Garfio. Cuando va al salón de belleza se pone uñas acrílicas, que tienen más garra que las tomas falsas del king León. Tiene un pubis con más goteras que el baño del Titanic. No, es que el marido pasa más entrometido en las medidas pesadas de ministros, incluso el celular tiene más sms que el contestador de un fugitivo.

 Dicen las malas lenguas que el esposo anda con unas hembras que parecen modelos en casting de Melrose Place, igualitas a las chavas que salen en las portadas de premier nivel del Play-Boy. Aunque el viejo ese, es peludo como el hombre-lobo. 

La hi-ja, que es de la high light, tiene efecto de una queen-bee en el día de la madre. Alma Marcela Go-za, es otra, se fue a vivir a Argentina, se quedó con un rapero indio de Bolivia. Se rumorea que se in-yectó una sobredosis de Valium.

  Según dicen, la han visto visitar su lugar de origen, tiene menos curvas que una pista de aterrizaje, el cuello es menor que una lata de Pepsi y tiene más vidas que Indiana Jones. Últimamente, decidió que-darse en Europa y no regresar a Sudamérica, tiene menos energía que las pilas del consolador de la Chichiolina.

Posee menos escrúpulos que una inspección fiscal a los Reyes Magos, especialmente a Baltasar, el que tiene mucho dinero negro.

Aunque, hablando verja a verja, tiene menos futuro que Chuck Norris en "La Casa de la Pradera", y tiene mucho pasado que 'Chuvaka' en un anuncio de pantimedias, o menos presente que Pavarotti bailando el hula-hula.

Sin futuro que un Fugitivo vestido de rojo. Así es mi vida, tengo menos future que el jardinero del Campo Nudista, el pretérito perfect symple que me cobija, o el futuro mediokre de Schwarzenegger bailando en el lago de los cisnes, me parezco a  un enfermo de Parkinson robando panderetas, o como un gitano en una comisaría.

 A veces para pajear a las hembras, poseo mucha labia como los hermanos Marx. Una  bandera de la-ta, una onda del pelo de un chino o de Kawasaki.

Mi cabeza posee menos pelos que una rana Hare Krisna, y menos sentido del humor que la suegra de Terminator. Cuando me casé, tenía menos sexo que la comunión de Tintín. Sin tener el tact de un cirujano sin manoplas, estaba blind, estaba peor que el ángel de la guarda de los Kennedy, ya que mi esposa, me puso en un space de Alcatraz matrimonial, tenía que esperar a Santa Claus, para escaparme en su trineo, y hacerle de venado.

Cuando empecé a relacionarme con poets poseía menos vocabulary que el diary de Tarzán. En la medida que el tempo avanzaba en la life familiar, el carácter se me convirtió como el comportamiento del captain Garfio.

Nada más que con hemorroides.

No había creams pirates o pedo juko de goal del player soccer búlgaro de 1994 Stoichkov en ayunas. Una mañana, bajo los bastones de luces sobre el tejado, quise suicidarme lanzándome al vacío, pero tuve mala suerte y el rollo es que el vacío estaba lleno.

En ese tiempo, mi cuerpo isquiático y delgado: para poder aplicarme inyecciones tenían que ponerlas en la carne del lunch. Unos compañeros de school, decían que tenía un look hair más impactante que Kevin Costner vestido de Heidi. Me había boxeado con mi mejor amigo de adolescencia.

Dicen, que antes de ser médico de locos, trabajaba como ángel de la guarda de J.J.B. Se creía el chapista de Mazinger Z. Se creía el otorrino de Dumbo, el psicólogo del pájaro loco. Incluso se la tiraba del veterinario de 101 dálmatas y de mi exsuegra, ahora comadre. Y para finalizar: trabajé y trabajé más que la paloma de la peace en una negociación de desarme, más que la sirvienta de la menina del Exorcista. Al igual que el chapista del car fantástico, más qué el peine de Kojak.

Más que el barber de Ronaldo. Al igual que el Mouse Pérez en un asilo de ancianos, como el sastre de Tarzán, de la misma forcé que el suplent de los Reyes Magos. Sin discriminar el work de la manicure de Freddy Kruger. Trabajé más heavy que los Reyes Magos, que lo hacen una vez al año y encima es mentira, pero otras people que no me querían a side de mi amada esposa, decían que trabajaba menos que un funcionario del gobierno los black Fridays. No agradecen que cuando me casé le compré el traje de novias de la Pantera Rosa. Pero, me di cuenta, que esta mujer, era más mula que la burra de Juan Valdez, yo iba más de culo que San Patras, como un  muerto boca arriba.

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