Autopsia para Juan Sufrimiento Pueblo
Comedia 2004-2024
Oscar Sierra Pandolfi
I Acto
Personajes
ESCENA.1.
(En una calle olvidada de la patria, yace el cadáver de un hombre con las descripciones siguientes:
v Cuerpo esquelético- hambriento.
v Sombrero roto por los rayos del sol.
v Pantalón parchado con pedazos de tela vieja.
v Calzado: caites de rencauche de llantas de camión pesado.
v Cabello luengo , quemado, tostado, empiojado, y barba casposa.
(Esta tirado en el suelo, yerto-muerto)
(Aparece un hombre común y corriente). ( Se detiene dirigiendo las miradas en el pobre y huérfano hombre).
PERSONAJE SIN NOMBRE. —Aquí yacen los restos inmortales.
De un ser humano desconocido. No sé quién lo mató. No tiene rastros de proyectiles, ni de machetazos. Ni de puñaladas. Ni de chimbazos. Solamente se puede percibir la sombra pálida de sus jetas. La angustia despótica del abandono. Murió como los perros sarnosos de la calle. ¿Quién los mató? (Señala al público).
Ustedes saben, es un caso especial sin resolver.- (La música de expedientes X). (Aparece un cajón de tablas rajadas y comejoneada. Candelas gastadas. Gentes con mantas negras. Lloran unos y otros ríen. Otros pasan sin expresar nada, con el filo de la indiferencia).
PERSONAJE SIN NOMBRE. —Señores y señoras…
Con-conciencia y sin conciencia ¿Ustedes saben de este atroz crimen? No saben que es morir con la boca sediente y el estómago hambriento. El chur-chur de las tripas. Morir latigado y mordido por las mandíbulas rabiosas de la realidad cruda y dura. Este señor nació y se palmó aquí. En este suelo cubierto de montañas explotadas y ríos destruidos por hidroeléctricas. Sembraba el canto de la semilla en la quijada rasurada de los cerros. Cantaba canciones de protesta y siempre lo engatusaron.
(Una voz de fondo pregunta) —. ¿Tenía hijos?
Si, sus hijos son muchos y murieron en pleno combate. En siniestras batallas. Otros murieron en el cadalso del fusilamiento, otros fueron asesinados por traición. Algunos fueron torturados por las metralletas anónimas disfrazadas de verde olivo. Ya no recuerdo sus fechas y nombres. Están inscritos en el registro nacional del olvido. A este señor le prometían pan y le daban latigazos de unos paquetazos, valga la rima, los ahorcaban con la sondaleza de los altos precios de la canasta contra familiar. Le apagaban el farol de la mente echándoselo a la bolsa cada cuatro años. Estaba ciego y sordo. Murió sin rastro, ni huella en cada década y siglo levantaban dictaduras, golpes de estado, el encierro, el destierro y el entierro. Un día algunos de sus hijos tomaron la mala decisión de ser políticos. Estos se enfermaron con el poder haciendo sobornos, el Banana Gate, se guevieron todo, la robanzina de Pellejas, el silencio corrupto de Rosuco, la bota militar con sus patas de Kung-fu contra Monchito Cruz, y Lozano, sin olvidar el golpe trapero contra pajarito. Sus hijos engañadores y engañados se confunden cada día. El puño criminal de la demagogia. Juan Sufrimiento Pueblo, se ha palmado, por desempleado, por campesino que ha perdido sus tierras, sus hijos murieron en varios pozos, pateados y golpeados. No sabía leer ni escribir. Los grenchos le querían enseñar a hablar inglés, y ni el español masticaba bien.
—¡Juan Sufrimiento Pueblo ha muerto una vez más!
Nadie va a llorarlo, porque cada quien salva su pellejo, sálvese quien pueda, es el pensamiento débil de catracho. Porque muchos se la pasan sobornando, arrebatando y matando.
(Se asoma un doctor)
DOCTOR. —(Palpa despacio las manos de don Juan Sufrimiento Pueblo, y sucesivamente va checando de forma forense las causas de su deceso).
—En sus ojos podemos detectar, que ya la tenía nublada de tanto ver injusticias (le examina los ojos).
—(Le chequea el lado del corazón). Pueda que haya sido un ataque cardiaco de tantas malas noticias y presiones del Fondo Monetario y de Tío Sam. De que lo hayan usado 12 años los cachurrencos de mula para transportar droga a la Yusa.
—Veamos las probabilidades causales de su fallecimiento:
El vacío permanente en sus bolsillos, porque los sueldos mal pagados por parte del patrono.
Sueldo menstrual ( Una vez al mes y solamente le duraba tres días).
Sueldo Humor (Reía por no llorar).
Sueldo tormenta (No sabía cuándo le venía y cuando se iba).
Sueldo impotente (Cuando más los necesitaba, más lo abandonaba).
Sueldo canalla (No le ayudaba pa nada).
(Ahora revisa el otro bolsillo).
DOCTOR. — Si, es de tanto pagar impuestos, le exprimían la moral. Pagaba hasta por respirar y hasta para pasar grandes hambreadas. Pagaba energía eléctrica sin tener conexión porque se alumbraba con candil. Por tener una chiclera o una venta de mangos pelados, pagaba más que el dueño de un supermercado.
(Le revisa los pies).
DOCTOR. — Si, tiene cayos de andar en caites. Nunca subió un taxi, y si lo hizo, pagaba los más caro posible. Al bus le subían al pasaje, por el viejo cuento, que nunca le rebajaban a la gasolina. Pobre don Juan Sufrimiento Pueblo, de tantos chichotes, nunca olvida lo que los políticos nefastos le hacían hasta el tuétano cada cuatro años, así estos fueran azulescos, rojos, verdes, blancos o rojinegros. Porque ya no cree que hombres gobiernen este país, tampoco, una saya, porque la termina mandando un sombrero mágico de mandrake vaquero.
ESCENA.2.
PERSONAJE SIN NOMBRE. — Señores, no le recen el muerto al hoyo y el vivo al cogollo. Se llamaba: Como tú, como nosotros, como ellos, como ella, y como él. (Señala al público). Estamos bajo los injustos, los abominadores, explotadores, uñudos, ladronazgos de corbatas, ellos no tienen ninguna vinculación con Juan Sufrimiento Pueblo, desde que decidieron ser pícaros, ladrones, y engañadores. Don Juan le: llamábamos, y los gringos: John. Esos políticos son enemigos de juan Sufrimiento Pueblo. No señores, don Juancito comía sobras y súlicas, del pastel de la “democracia”, nunca saboreó las delicias del poder.
PERSONAJE SIN NOMBRE. — (Habla frente al público). Cada cuatro años lo enganchaban con un sanguche de perro, y unos 50 pesos para que les diera el voto cada cuatro años, y venía don Juancito, y se iba a caravanear, a votar, siempre de penco y ciego, padecía de olvido. Mírenlo con su tez marchita en el viacrucis de la hambruna y escasez. Lo invitaban a eventos de la jai lai y lo besaban hipócritamente, y él sonreía humildemente, se dejó joder y joder. Eso sí, era gallo para chambear y servicial. Le han rajado el lomo, raquítico, anémico, porque ha sido explotado en las camaroneras, meloneras, textilerías, bananeras y mineras.
PERSONAJE SIN NOMBRE. — Los mirábamos pepenando una dura tortilla con aguacate y sal. Mientras los tartufos de las grandes naves de vidrios polarizados, corbatudos, con sueldazos, con grandes puestos en el gabinete de los que se fueron y de los que vinieron, son cortados con la misma tijera, son caca de la misma fosa séptica, estos seres políticos, sabemos que las neuronas que tienen andan haciendo turismo en su cerebro, o si preguntamos que hace un político cuando está haciendo pupu, respondemos de inmediato: esta clonándose.
Aprendió en la escuela a ser honrado, aunque nunca entró. Aprendió a conjugar el verbo “sufrir” contra el verbo “mentir”. Anantes tenemos para sobrevivir con un “con qué”. (El doctor nos ha dado la autopsia sobre el fallecimiento de Juan Sufrimiento Pueblo).
ESCENA.3.
VOZ. 1. — Un día quiso irse mojado pa la Yusa, en busca del sueño americano o del suit drin. Lo agarró la migra, lo jetearon y escupieron, lo enviaron deportado solamente por ser pobre y desgraciado. Don Juancito poseía un corazón de pájaro porque le encantaba la libertad.
(Pasa el fiscal a leer la segunda parte de la autopsia de Juan Sufrimiento Pueblo.
VOZ. 2. — En su estómago o barriga hemos detectado que tenía la tripa vacía de estar mucho tiempo en “comecuandoay”. Usaba el régimen de la dieta capitalista. Socarse la faja o hacerle un hoyo a la faja cada día.
VOZ. 2. — Raquitismo causado por la mala alimentación de la canasta familiar que recibió después del Huracán Mitch, y de la robada que le pegaron en tiempos del golpe de Estado con una tal cuarta urna, luego que entran los cachurrencos, le dejaron lavado el cucuste burocrático con los hospitales móviles en tiempos del COVID-19.
VOZ. 2. — En los genitales, los tenía bien puestos, porque luchó en tiempos de Morazán, murió en tiempos la huelga bananera, luchó en la guerra del 69 como soldado. Sus huevos los tenía bien puestos, pero se le fueron cayendo, porque los políticos se los bajaban a la mínima expresión. Lo caparon dejándolo como un toro vencido. Los políticos son el SIDA del pueblo, los políticos son una peste, son una enfermedad venérea.
ESCENA.4.
DOCTOR. — “anemia democrática” “Gastritis política”, “parasitismo diputadil”,es el cuadro de las enfermedades que posible le hayan provocado la muerte. (Hace una pausa).
(Este es el informe de la muerte de don Juan Sufrimiento Pueblo). Doctorado en hambruna. Maestría en aguantar paquetazos, y licenciado en desempleologia.
(El doctor se despide del público).
VOZ.3. — Ya viejo había llegado con un viacrucis de deudas desde el tiempo de mi general Cabañas. Una vez le paso una “perra” a don John:
(Aparece Mr. Tío Sam y sus compadres: el FMI Y EL BM).
BMI. —Le vengo a prestar estos billetitos verdes míster (Don Juan mira que un político los agarra). Gástelos y me los paga cuando quiera.
DON JUAN SUFRIMIENTO. —¡Deveras! ¡pero debe dármelos a mí!
BMI. — Míster ¡Ud. ha elegido a estos señores para manejar money!
JUAN SUFRIMIENTO. — ( Mira que el político sale brincando con el manojo de $).
(El político llama a un militar, a un doctor, a un sacerdote y a otros diputados y los reparte).
EL MILITAR. — (Sale en el escenario) deme a mi Lic. diputado para comprar más pistolitas.
JUAN PUEBLO. — ¡Vaya pue, dele!
EL TICHER. — Denme a mí para mejorar la educación.
JUAN PUBLO. — Dele a este, pero ponete las pilas en no malgastarlo.
DOCTOR. —Y a mí?
JUAN PUEBLO. —A vos te voy a dar para que compres unas cuantas panadoles y acetaminofens.
ESCENA.6.
(Todos se van) (Queda solitario).
(Apárese un mercader)
MERCADER. —Que va a comprar señor?
JUAN SUFRIMIENTO PUEBLO. — Que le voy a comprar?
MERCADER. —Camisas hechas en la Yusa, zapatos italianos, celulares japones, pantalón alemán y calcetines franceses.
(JUAN se quita los caites y se coloca en los pies los zapatos mencionados).
ESCENA.7.
(Una voz viene desde el fondo). (El mercader se va vendiendo).
VOZ DE FONDO. —Ahora juan pueblo, tienes que cumplir los siguientes mandamientos:
No harás huelgas, no retozarás, ni brincarás ni chillarás..
Pagarás la deuda externa apretándote la tripa.
No traicionarás la empresa privada.
Aguantarás los paquetazos todos los 365 días.
Mantendrás a tus mercaderes compitiendo en las olimpiadas del comercio.
(Asustado se cae el suelo, luego se levanta, cuando la voz ha desaparecido).
ACTO SEGUNDO
ESCENA.1.
(Aparece de nuevo el periodista).
PERIODISTA. — El funeral del señor Juan Sufrimiento Pueblo-
No se sabe que día estiró las patas, falleció, expiró, agonizó, sucumbió, perecer, feneció, pasó a mejor vida, irse al otro barrio. Algunos afirman que se palmó de una hambruna que le pegó, otros argumentan, que fue del abuso de poder y corrupción de sus hijos desalmados. Fue encontrado en una calle solitaria entre la podredumbre, azotado por las amargas situaciones que vive este país desde la época de la colonización. El forense en una inspección rápida, ha determinado que estas causas le dañaron el cucharon, un chok cardiaco provocado por los políticos mierderos, por la lombriz del poder convertida en la anaconda de la corruptitis. Otros especialistas que han levantado los restos mortales, afirman que los altos precios de la canasta familiar, el bajo salario, la injusticia laboral, y la represión militar.
ESCENA.2. — (Se acercan unas personas y el periodista las entrevista)
PERSONA.1. — Se nos ha muerto nuestro Juancito Pueblo. El fue asesinado por las ultimas leyes injustas aprobadas en el congreso.
PERSONA.2.—El único culpable es el que maneja y teje las leyes. Los politiqueros. Le pintaban el trasero de rojo, el cucuste de azul y otros le pintaban las charolas de roji-negro. Lo atolondraban pidiéndole el voto. Nunca lo dejaron que llegara al congreso, lo corrían de casa presidencial, nunca lo trataron bien, solamente en tiempos de elecciones, lo enganchaban con un sanguche de basura, con 500 pesitos o algún bono de mala muerte.
ESCENA.3.
PERIODISTA. —(Se van las personas, y el periodista Lengua de Trapo se queda cubriendo la noticia lúgubre). Ahí viene el sacerdote, va a tirarse un sermón de esos baratos. (El sacerdote con el crucifijo, la biblia y la sotana).
SACERDOTE. —¡Señores! ¡persignémonos!
SEÑOR.1. —¿Cómo se persigna uno?
SEÑOR.2. —Con las manos
SACERDOTE. —Les voy a explicar: primero en la frente, luego la boca, la parte izquierda y por último el derecho (haciéndoles la muestra).
Iniciamos con un padre nuestro
Padre nuestro que ya no estas en el cielo, sabemos que ya estas cansado de tantos megabits de ruegos. Te has marchado. Devuélvenos el pan que nos han quitado. La tierra que se la regresen al campesino sin diente. La chamba al desempleado. Déjanos un lugar en el cielo, si todavía tienes cupos para los pobres, no nos olvides, no apagues el celular de tu misericordia, y que la señal de Wi fi de tu amor, no se vaya. Deja que el camello entre en la aguja del ojo, y que el rico ablande su corazón, porque es más tacaño que a saber quién. Ábrenos la cabeza de no ser ya testarudos de estar votando por las mismas lacras. Castiga a los políticos, dile a los del Fondo Monetario que nos perdone la deuda. Te damos gracias por el pan que no comeremos. Perdona las ofensas de los otros, ya admite las nuestras como agrado y defensa.
HEMOS CULMINADO EL, REZO. (Se van de la misa, unos cuantos pelones).
ACTO TERCERO.
EL JUICIO
ESCENA.1.
(En una sala penal de un juzgado, en algún lugar)
(Aparecen en el estrado: un militar, un pastor, político, una mujer embarazada tilosa, un viejito, un campesino, un albañil, un rico, un carpintero).
(El abogado acusador y el defensor).
JUEZ. — (A lado). (Golpea la mesa con el mazo). ¡Señores y señoras! En esta sala donde se imparte un racimo de justicia. La balanza de la justicia en manos de lo correcto.
EL HOMBRE HARAPIENTO. — (El juez no le cede la palabra). Cual balanza, si está más desbalanceadas favoreciendo a los ricachos. Otorgándoles inmunidad.
JUEZ. —Guarde silencio. No le ha cedido la palabra. Tiene la palabra el abogado acusador. Según expediente en su demanda, acusa a los sospechosos por la muerte violenta del señor ciudadano JUAN SUFRIMIENTO PUEBLO. Quien se supone recibía amenazas a muerte por los políticos y por militares.
ABOGADO ACUSADOR.—Sí su señoría,hubo hostigamiento militar, persecución económica por los organismos internacionales, por un dinero que no se hartó. A veces los condenaban a un ayuno severo. Lo agarraban del gañote con los paquetazos. Le zampaban sus pijazos en la mollera de tanto malgastar el money del pueblo.Ud que es la máxima autoridad competente, comparecemos que no se incline por nadie, y que delegue la justicia tal como debe ser. Solamente mire este militar, chafarote, se prestó para matar gente en los Horcones, en la Talanquera, en 1944, mató miles de personas en el norte. Desapareció cienes de personas. Han hecho y deshecho por esta patria, parece romanticoide lo que le digo, pero es sencillamente el deber de hacer “justicia”. (Dando vuelta en la sala, mira a todos y todas).
(HACE UNA PAUSA) (UN SILECIO TOTAL)
ABOGADO ACUSADOR. — (Retoma la palabra).Señor juez, mire este personaje bien guajeado de moteado, es uno de los culpables, se lo repito, ellos los cachurrencos, los colorados, han mangoneado este país fallido, casa de Juan Sufrimiento Pueblo. Los despellejaban, lo pisteaban, con unas cuantas fichitas lo pajeaban, para decir la mera neta, ellos hacían leyes a su conveniencia, le metían pachas de guaro hasta morirse de cirrosis, lo jodieron hasta el tuétano.
(El juez interrumpe)
JUEZ. —¿Qué tiene que decir la defensa.
ABOGADO DEFENSOR. Este señor está mintiendo. Esta delirando.
JUEZ. —Veo que no tiene pruebas para defenderse, continue abogado acusador.
ABOGADO ACUASADOR. — Durante cien años Don Juancito los ponían a reventar la piñata de la democracia. Nunca vieron a Juancito Pueblo con la cara mugrosa de sus hijitos en las calles, el mendicismo, la ingrata anemia, se moría en los hospitales por no haber medicinas. Los diputados lo trataban como compadre solamente en tiempos de campaña, cuando ellos ganaban, apagan el celular para no contestarle a don Juancito, polarizaban los carros.
ABOGADO ACUSADOR. — ¡Véanlo señores! Murió y nadie lo va a revivir Nadie le ayudó a conseguir sus prestaciones, lo ultrajaban con el salario mínimo a sus hijos.
Para culminar deles condena perpetua a los políticos, a los ricos, a los militares. No le conmueve lo que he expresado. ( En el fondo algunos lloran).
EL JUEZ. — Considero que la defensa no tiene evidencias para debatir y apelar. (Hay un silencio).
EL ABOGADO DEFENSOR. — (Convencido de lo argumentado). Tiene razón colega, no puedo defender a estos culpables.
EL JUEZ. — Creo que el abogado ha hecho una propuesta acusatoria evidente y sólida. ¡Sargento! ¡Llévese al general! ¡llévese a la cárcel a este político! ¡llévese a ese rico e investigue el origen de sus bienes! Quedan condenados al olvido, a morir tras las rejas. (Todos se levantan y se abrazan) ( Le ponen las esposas al político, al militar y al ricacho).
CAE EL TELÓN
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